Tardelcuende ha regresado a sus orígenes para ponerlos en valor. La resina es el motor que ha logrado llenar el colegio de niños y las calles de nuevos moradores.
Los últimos años están sirviendo a Tardelcuende para volver a tomar impulso. El municipio está inmerso en un proceso por el que pretende demostrar que los recursos endógenos sirven para generar riqueza y mantener el mundo rural. La resina es su bandera y el colegio, que ha estrenado curso escolar con 22 alumnos, es la consecuencia más visible de los beneficios de apostar por lo propio.
Ricardo Corredor, alcalde de Tardelcuende, ha tenido mucho que ver en todo ello. Desde el principio, dirige el Consistorio pizorrero hace 14 años, comprendió que “los esfuerzos del Ayuntamiento deben dirigirse a combatir el desempleo”, afirma; y por ello, la partida más importante del Presupuesto de cada año se dirige a mantener un Plan de Empleo que, por ejemplo, durante este 2021 supondrá la inversión de algo más de 210.000 euros (la cuenta anual asciende a 650.000 euros).
El Plan de Empleo del Ayuntamiento de Tardelcuende ocupa a una media de 9,5 personas durante todo el año, cifra que asciende hasta 15 durante la temporada de piscinas. Sirve para cubrir las necesidades específicas del municipio, y también responde a las exigencias en materia de personal de la Serrería de Masova (con una plantilla de 15 empleos directos) y de la residencia de mayores (que cuenta con 14 gerocultoras, más los servicios sanitarios). Los puestos de trabajo que se derivan de la resina “suponen un paquete a parte”, explica Corredor.
Para el regidor, el esfuerzo en este sentido es “imprescindible”, porque “de él se derivan los ingresos a la Seguridad Social y a Hacienda, además de que estas personas y sus familias dan vida al pueblo con sus gastos en comercios y todo tipo de servicios”.
Dentro del capítulo de inversiones del Consistorio, se encuentran varios proyectos. Unos 47.000 euros servirán para el traslado de las oficinas municipales a la parte baja del Ayuntamiento. Una obra que permitirá a los empleados “ganar en espacio”, y a los vecinos “en accesibilidad”, refiere el primer edil.
También pensando en la accesibilidad, se ejecutará durante octubre una intervención en las piscinas de la localidad. Se instalará una rampa de acceso al bar de las instalaciones, y se construirán unos servicios para discapacitados con acceso al bar y al vestuario de caballeros. La obra está valorada en 20.000 euros.
Además, quedan pendientes el arreglo de la travesía, por parte de la Junta de Castilla y León, y la limpieza del río a su paso por el término municipal, que correrá a cargo de la Confederación Hidrológica del Duero.
La intervención en la residencia de mayores será la inversión más potente del Ayuntamiento de Tardelcuende durante los próximos meses. El Consistorio, una vez recuperada la gestión tras rescindir el contrato con el anterior adjudicatario, pretende llevar a cabo una rehabilitación integral, para ”mejorar la calidad de vida de los residentes y las condiciones laborales de los profesionales”, afirma Corredor.
La intención, además de “cambiar todo el mobiliario, adquirir camas articuladas eléctricas, reemplazar la carpintería metálica...”; es apostar por energías más eficientes con iluminación led y la sustitución de la calefacción antigua por un sistema de aerotermia. Esta intervención rondará los 147.000 euros y, la mayor parte se sufragará gracias a una corta extraordinaria de madera, que debe aprobar la Junta de Castilla y León.
A medio plazo se estudiará la instalación de placas fotovoltaicas y un descalcificador individual. Corredor destaca que “la mejoría del servicio es palpable y la gente está muy contenta”, pero insiste en que “no se puede descuidar y hay que seguir trabajando día a día”.
Tardelcuende dispone de 3.000 hectáreas de monte público, que es “la mayor fuente de trabajo y riqueza del pueblo”, refiere su alcalde. Es un municipio resinero y se han trabajado los montes desde tiempos inmemoriales, pero en los últimos años la importancia de este sector es tal, que está sirviendo como tractor poblacional, y son muchas las familias que han apostado por la vida rural gracias a él.
Actualmente, 15 personas (número que asciende hasta las 29 en temporada alta) se ganan la vida gracias a la resina en Tardelcuende, con la explotación de 150.000 pinos resinables. El Ayuntamiento trabaja para que este año se incorporen otros 18.000 pinos, lo que permitiría que otros dos resineros se añadan a la lista.
El empleo va a más, pero tan importante es generar oportunidades como ofrecer un hogar a los que decidan aprovecharlas. Las ocho viviendas de propiedad municipal están alquiladas y, ante la escasez de más espacios disponibles, el Consistorio continúa el esfuerzo de rehabilitación de inmuebles para dedicarlos al mismo fin. La meta -a medio plazo- es disponer de otras nueve viviendas que puedan ser el hogar de nuevos vecinos. “Solo nos hace falta el dinero”, puntualiza el regidor, que da un pequeño tirón de orejas a Fomento por “las condiciones irreales para la financiación”.
Tampoco olvida el Ayuntamiento la propiedad privada. La retirada de la serrería al polígono industrial dejará suelo disponible en el núcleo urbano. Se obtendrán unas 15 parcelas que “se venderán pronto porque hay solicitudes como yo no he visto nunca”, concluye Corredor.