La actuación beneficiará a un colegio en Kinsasa y también a la población en general de manera indirecta.
La Fundación Pedro Navalpotro ha financiado un proyecto hidráulico para el colegio Santa Rafaela María, en Kinsasa (República del Congo), colaborando con la Fundación Recover.
El proyecto consiste en la perforación, dentro de las instalaciones del centro educativo, de un pozo para la extracción de agua y la construcción de sus respectivas canalizaciones. Según han señalado en la fundación soriana, en los países de África subsahariana, la perforación de pozos, tanto de manera manual como mecánica, es una labor habitual, dada la escasez de agua en superficie y la riqueza de agua subterránea acumulada en los freáticos, que son periódicamente recargados de manera natural gracias a las precipitaciones que se producen durante los meses de la estación de lluvias.
El proyecto incorpora la instalación de un sistema bomba de agua para la extracción de la misma. Respecto a la estructura de almacenamiento del agua extraída del pozo, en la actualidad, existía una torre de agua con depósito, proveniente del abastecimiento público. Dado que, este abastecimiento sufre cortes constantes en el suministro, es por lo que se desarrolla este proyecto de perforación. Así, ha sido aprovechado la estructura de la torre de agua existente, y contempla la sustitución del actual depósito, de 3.000 litros de capacidad, por uno de 5.000 litros.
Beneficiarios
La actuación contempla un total de 3.966 personas beneficiadas3.966 personas, de las cuales directamente suman 540 del colegio personas (506 alumnos, 34 personal docente y resto). El objetivo es mejorar la salud de la población mediante un adecuado y salubre suministro de agua a través de un sistema de captación, almacenaje y suministro de agua.
Los pasos dados para materialización de esta iniciativa han consistido en el perforado pozo para extracción de agua y canalizaciones; la instalación de un sistema de impulsión y la colcación de un depósito de 5.000 litros de capacidad.
Cabe mencionar la elevada prevalencia de mortalidad infantil en este país que está causada, en muchos casos, por enfermedades debidas al colapso de los servicios de agua y saneamiento. Además, los problemas más relevantes relacionados con el abastecimiento se hallan en las infraestructuras abandonadas, ya que un tercio de las plantas de tratamiento no están operativas.
Junto a ello, otros aspectos que agravan la situación es la rápida tasa de crecimiento poblacional, que alcanzó el 5,8% en 2018; el alto precio del agua; un bajo retorno de la inversión y viabilidad financiera de las empresas de agua.
A estos puntos es preciso añadir la informalidad en la prestación del servicio de agua en áreas periurbanas; la degradación de cuencas hidrográficas aumentando los costos de tratamiento; la inexistencia de un programa de control de calidad del agua; y, importante mencionar, los problemas para financiar los productos químicos importados para tratamiento de este bien que tiene carácter universal, aunque no llegue a muchos lugares del mundo, y de hacerlo, no en las condiciones necesarias.