Artículo de opinión de Eder García.
El otro día, paseando camino del Ayuntamiento, advertí un cambio en la fachada del palacio de la Diputación Provincial. Había desaparecido la lona con el lema y emblema de Soria Ya: “Soria quiere futuro”. En su lugar se puede encontrar otra pancarta que, sin entrar en su terrorífico diseño gráfico, proclama: “Soria por una fiscalidad diferenciada”.
En primer lugar, no parece muy adecuado el uso de la institución de todos y todas para la guerra partidista. Por lo menos el Señor Serrano ha tenido la deferencia de poner el logo de la Diputación en vez del de su partido -PP- o de los que le acompañan en el gobierno.
Además, parece una jugada un poco tosca. Aprovecha el momento para quitar la imagen de quienes ya han dicho que serán competidores electorales, cosa que veo normal, pero intenta aprovecharse de su campaña como si fuese propia.
Si las formas son cuestionables, el fondo lo es todavía más. La batalla por la fiscalidad diferenciada para Soria comenzó con el trabajo, entre otros, del alcalde socialista de Soria y otros muchos compañeros en Madrid y Bruselas. Obviamente, lo más importante no es quiénes arrancaron esta oportunidad en la UE, sino que sea operativa cuanto antes. Por ello, la puerta para la fiscalidad diferenciada ya figura en el proyecto de PGE presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Entiendo que Soria Ya se aferre a esta lucha para justificar su eventual utilidad futura, puesto que Teruel Existe ha fracasado en su intento de “asaltar la banca” en Madrid, pero el PP de Soria tiene la oportunidad de votar a favor de la fiscalidad diferenciada en la votación de los Presupuestos.
Estaría bien que Benito Serrano y el PP de Soria dejaran de reivindicar al Gobierno de España cuestiones ya aprobadas y se centraran en reivindicarle a su partido en la Junta una financiación adecuada para la sanidad, por ejemplo, tras conocer que, en lo peor de la pandemia, el número de profesionales sanitarios cayó más del 8% en nuestra provincia.