El equipo soriano, que va a cumplir 20 años, ha visto cómo el trabajo empieza a tener su recompensa. Un campeón nacional y un auge en el número de niños que forman parte de su escuela son algunos de sus últimos éxitos.
Soria siempre ha demostrado que es una de las ciudades más deportivas de España. Ese interés que los sorianos sienten por los distintos deportes fue la llama para que Daniel Crovetto plantara la semilla del kickboxing en la provincia. Un deporte que no hace mucho era desconocido en el país, se ha consolidado en Soria gracias al Club Kickboxing de la capital. Este equipo, que fue creado en 2002, ha ido evolucionando poco a poco gracias al trabajo de su presidente, Crovetto, y de los distintos entrenadores que forman parte de él.
Respecto al origen, el presidente del club explica que estuvo en sus estudios de Magisterio de Educación Física en Valladolid. El entrenador soriano expresa que en esos años sus compañeros practicaban boxeo y taekuondo, y “un día decidimos probar el kickboxing porque no lo conocíamos. Desde ese momento, he vivido enganchado a él”. Tras ese paso por la ciudad vallisoletana, Crovetto volvió a Soria decidido a expandir este deporte: “Empezamos en 2002 dando clases en algunos gimnasios privados hasta conseguir tener unas instalaciones donde entrenar. Poco a poco se ha ido conociendo también más el kickboxing gracias a las noticias que aparecían en prensa, o a las veladas que se han emitido por televisión”.
Después de sus inicios a principios de siglo, el club fue incorporando poco a poco distintas modalidades. En el kickboxing se distinguen dos variedades. Por un lado, la de tatami, de contacto más ligero; y por otro la de rin, con mayor intensidad. La modalidad de tatami es la más practicada por el Club Kickboxing de Soria, y cuenta con cuatro variedades distintas: formas, kick light, point fighting y light contact. De ellas, la más utilizada por los miembros sorianos es la kick light. “Creo que es la que más gusta porque es la más completa, y no es de contacto muy intenso”, afirma Crovetto.
Por otro lado, el profesor del club, Gabriel Hernández, también tiene mucha culpa de que esa disciplina sea la más practicada en la provincia. El joven kickboxer se alzó con el Campeonato Nacional de Kick Light hace dos años, venciendo a los máximos favoritos y volviendo al tatami después de varias temporadas sin practicar este deporte. Respecto a esa modalidad, Hernández señala que es “más apetecible porque deja dar patadas hasta la altura del muslo, mientras que en las otras solo se puede hasta la cintura”.
En cuanto a ese logro, Gabriel Hernández fue capaz de poner el nombre de la provincia en lo más alto del elenco nacional. En 2019, y tras 10 años sin competir a nivel profesional, el soriano consiguió proclamarse campeón nacional y campeón de Castilla y León en la modalidad de kick light. Para conseguirlo, Hernández destaca la importancia de pasar muchas horas en el tatami, de hacer caso al entrenador en las indicaciones y, sobre todo, de disfrutar.
Respecto a ese triunfo, el kickboxer soriano manifiesta que fue una auténtica sorpresa: “No me lo esperaba y fue un lujo volver de esa manera al mundo profesional. La clave de todo es que fui a pasármelo bien y sin presión, y los resultados llegaron”.
Ese logro marcó un antes y un después en un club que quiere que aparezcan en Soria más kickboxers como Gabriel. Para alcanzar ese objetivo, la escuela infantil se presenta como algo fundamental.
Pasados 20 años de la creación del club, todos los que forman parte del organigrama deportivo del equipo han conseguido consagrar una escuela que se creó hace cinco temporadas. Además de trabajar con adultos, Crovetto, Hernández y el resto de entrenadores se lanzaron a la aventura de establecer grupos de kickboxing para niños.
Actualmente, la escuela cuenta con 46 integrantes, 16 más que el curso anterior y récord absoluto en la historia del Club. En ese sentido, el presidente explica que el abrir las clases a más grupos de edades y el realizarlas en el CAEP, ha venido muy bien para animar a más jóvenes a conocer este deporte. Para Crovetto, “es muy gratificante entrar en las clases y ver a tantos chavales”, mientras que para Gabriel Hernández ese número “es alucinante y se debe seguir trabajando para incrementarlo”.
En la misma dirección, el campeón nacional manifiesta los sentimientos que experimenta al enseñar kickboxing a los niños sorianos: “Me reconforta bastante introducirlos en este mundo. Me encanta estar con esta banda de locos, e intentar ayudarles a que sean mejores que Dani y que yo”. Además de enseñar este deporte, desde el club se está pensando en impartir cada dos meses sesiones de valores, donde se trabajen el respeto, la gratitud, la fuerza de voluntad o la resiliencia, para formar a los integrantes del equipo también como personas.
En toda esta labor que realizan, el trabajo de los entrenadores es fundamental. Además de Crovetto y Hernández, Gustavo y Alfredo son los encargados de entrenar a los jóvenes de la escuela.
El trabajo que se realiza día a día en la escuela tiene el objetivo de formar futuros kickboxers en Soria. Esta categoría está pasando un mal momento en el club, ya que tan solo diez personas de más de 17 años se han apuntado para esta temporada. A pesar de ello, desde Kickboxing Soria se confía en que poco a poco vaya aumentando esa cifra. “La pandemia ha marcado un declive importante, pero estamos confiados en que poco a poco, con la vuelta a la normalidad, este año terminemos con 20 miembros”, indican Crovetto y Hernández.
Dos de las integrantes del grupo de adultos, Alba y Miriam, animan a todos los sorianos a probar esta disciplina “que ayuda a estar en forma, y sirve para poder sentirte más segura, al saber este tipo de artes marciales”. Por su parte, Daniel Crovetto invita a conocer este deporte desde dentro para que “desaparezca alguna leyenda que hay asociada a él”.
Para evitar que el club vuelva a tener tan pocos miembros adultos, todos los entrenadores están muy concienciados de la necesidad de seguir fomentando la escuela base, y de que se celebren campeonatos de nivel en la provincia para que se siga conociendo el kickboxing.
Con el trabajo de personas como Daniel, Gabriel, Gustavo y Alfredo el futuro de este deporte está asegurado. Tras 20 años de trabajo, todos ellos han conseguido que el kickboxing pase en Soria de la nada al trono nacional.