El impulsor del Grupo Simancas falleció el pasado 17 de noviembre y de cara a homenajear al autor, en Soria Noticias hacemos un repaso por su obra.
El pasado 17 de noviembres el pintor Félix Cuadrado Lomas (Valladolid, 1930) dejaba este mundo material y pasaba a la historia. A Cuadrado Lomas se le recuerda por muchos motivos: rechazó el Premio Castilla y León de las Artes de Castilla, en 2017 porque no era un hombre “de premios y concursos”, por su siempre presente larga barba blanca y boina negra, y por ser el último artista con vida del Grupo Simancas.
Félix nació un 4 de diciembre de 1930 en la calle Panaderos de Valladolid, y su abuelo Epifanio fue quien sembró ‘el gusanillo’ de la pintura en las tripas del artista. Epifanio le dibujaba animales para que se entretuviese cuando iba a visitarle. Este hecho y su infancia en los campos de Castilla y León, marcaron su obra.
Sus inicios en el mundo de la pintura estuvieron enfocados en el escaparatismo: pancartas para las rebajas, rótulos de precios, etcétera. Su vida da un vuelco en 1957 cuando erige su primera exposición, en la que mostró algunas de sus obras más recordadas a día de hoy: “La cabeza de mi tía Leocricia’ (1957) o ‘El bodegón de los chorizos’ (1956).
'Paisaje con Chopos' de Cuadrado Lomas. Fuente: Arte en Valladolid
El Ayuntamiendo de Valladolid fue otro de los emplazamientos que acogieron las obras de Félix desde entonces, como ‘Fin de Feria’ (1958) o Paisaje del campo grande (1957). A partir de ese momento su vida se convirtió en un continuum de exposiciones que llevaron por Europa e incluso América.
El arte de Cuadrado Lomas, como todo lo bueno: evolucionó. Abarcando desde un realismo al uso hasta un postimpresionismo, pasando por obras expresionistas tremendamente coloridas.
Seguramente, lo más característico de este autor es la heterogeneidad. Su sello propio es dominar muchas cosas y muy diferentes a nivel pictórico. Como, por ejemplo, la geometría, los colores planos con volumen o la propia composición: siempre simple a la par que armónica y equilibrada.
'Desnudo', de Cuadrado Lomas. Fuente: Arte en Valladolid
Aunque muchos definen su estilo como algo cercano al cubismo, debido a la estilización geométrica que está muy presente en obras como ‘Toreros ante el paseíllo’ (1987). Cabe destacar que esta pieza era todo un trampantojo: los toreros representados no eran otros que los integrantes del Grupo. Un chiste. Una mofa. Una ironía en la que El Maestro disfrazaba a los intelectuales de toreros.
Por otro lado, en sus cuadros también era muy frecuente encontrar elementos como los árboles, las viñas, los colores de Castilla y León y los bodegones, además de retratos individuales e incluso desnudos.
A Félix, entre otras cosas se le conocía como ‘El maestro’, por ser uno de los impulsores del Grupo Simancas. Una asociación de artistas e intelectuales que supusieron un hito para el arte en Castilla y León a golpe de verso y pincel.
Jorge Vidal, Gabino Gaona, Fernando Santiago, Jo Stempfel, Domingo Criado, Pablo Prieto y García Lomas eran los integrantes de este grupo que se creó en torno al propio Simancas en 1967, durante los oscuros años del franquismo. La banda se fraguó en la librería El relieve, la sala de arte Jacobo y las resacas en compañía en el propio municipio de Simancas, que estableció su vínculo.
Este grupo fue sinónimo de vanguardia, ya que fluctuó como solo lo hacen los movimientos: cambiando de perspectiva, fracasando y resurgiendo de las cenizas. Finalmente, se disolvió en 2007 tras el fallecimiento de los impulsores aunque eso, en cierta forma lo hizo inmortal.