El doblete de Jesús Tamayo permite coger aire al equipo de Diego Martínez tras las dos derrotas consecutivas.
No ha sido el mejor partido del Numancia, pero sí que ha sido la versión que todos aficionados rojillos querían ver. Bajada al barro, solvencia defensiva y eficacia en las áreas, claves de un triunfo que sirve para que el conjunto dirigido por Diego Martínez suba varias posiciones en la clasificación.
El partido ha comenzado con mayor dominio de la posesión local, aunque sin apenas generar ocasiones de peligro. Las dimensiones del campo han hecho que el encuentro haya sido muy disputado, sobre todo, en el medio del campo, en el que ha habido numerosos duelos por hacerse con la pelota.
En una de esas jugadas divididas, el balón ha llegado a los pies de Tamayo, y el extremo ha hecho magia. Dos regates dentro del área y un disparo sin ángulo al fondo de las mallas de Vicens han supuesto el 0-1 en el marcador.
Sin apenas tiempo para digerir ese tanto, un centro de Ballarín desde la banda ha sido empalado, otra vez por Tamayo a la red del Andratx. En tan solo cuatro minutos, el extremo numantino ha reventado el partido con dos acciones que para nada son de esta categoría.
Tras esas dos jugadas mágicas, el Andratx no se ha rendido, y Vinicus ha recortado distancias con un auténtico golazo. El balón le ha llegado tras un rechace de la zaga soriana, a posteriori de una falta, y con un disparo colocado al palo largo de Isma Gil, el brasileño ha levantado a Sa Plana.
Todo esto ha pasado en tan solo quince minutos que han sido de auténtica locura, en un ambiente muy animado por la animación de las dos aficiones que han llenado el estadio.
Siguiendo con esta dinámica del partido, el Andratx ha podido poner el empate, en el único error de la zaga soriana. Adri Crespo e Isma Gil no se han entendido, y un mal despeje del defensor rojillo ha acabado en las piernas de uno de los arietes del conjunto balear, que ha mandado su disparo fuera cuando todo el campo ya cantaba el empate.
A pesar de esa jugada y de que el equipo de Diego Martínez ha perdido presencia en el área contraria, los rojillos han estado muy concentrados en la faceta defensiva, despejando cualquier intentona, sobre todo las que llegaban por banda del Andratx.
En una de esas llegadas, Isma Gil ha realizado la mejor parada desde que aterrizó en la escuadra de Los Pajaritos. El arquero ha sacado una mano milagrosa a un disparo muy potente de Llabrés que se colaba en la portería del Numancia. Después de esa jugada, no ha habido tiempo para más ocasiones, y el encuentro se ha marchado al descanso con 1-2.
Ese paso por vestuarios no ha cambiado la dinámica del partido y ambos equipos han vuelto a salir a una segunda parte de batalla. Los balones divididos en el medio del campo se han convertido de nuevo en una de las claves del choque, y ha sido ahí donde la presencia de Arellano ha sido fundamental.
El encuentro ha seguido avanzando con un Numancia muy bien colocado y un Andratx intentando generar peligro sobre todo por banda. En una de esas acciones que el balón ha acabado en córner, Pau Pomar ha rematado a la cruceta rojilla, parando el corazón de toda la afición soriana.
Tras esa ocasión, los minutos han seguido avanzando, hasta que Tamayo ha estado a punto de hacer un hat-trick. El extremo ha lanzado una falta que se ha marchado rozando el palo de la portería defendida por Vicens. Esa ha sido la última ocasión del Numancia, ya que los pupilos de Diego Martínez se han centrado en defender el marcador.
En esos últimos minutos, el Andratx tan solo ha generado ocasiones de saques de esquina o centros laterales que no han encontrado portería. De esta manera ha llegado el partido al final y el éxtasis ha invadido a todos los que forman parte del Numancia.
Con todo ello, el combinado rojillo ha sumado la primera victoria del curso a domicilio. No ha sido su mejor partido, tampoco ha generado muchas ocasiones, pero los chicos de Martínez se han sabido poner el mono de trabajo y estar atentos en defensa, con un Borja Vicent sublime, para dar una alegría que la afición numantina se merecía.