El ex jugador rojillo muestra un cariño inmenso al club en el que estuvo ocho temporadas y le desea que vuelva cuanto antes a su lugar.
El mundo del fútbol tiene relaciones que a pesar del tiempo siguen perdurando. Ese es el caso de Adrián Ripa y su profundo amor hacia los colores del C.D. Numancia. El lateral izquierdo, que actualmente milita en la S.D. Tarazona se enfrentará por primera vez desde su salida a un club en el que pasó ocho años.
En una conversación con Soria Noticias, el aragonés se muestra sincero y señala que nunca le hubiera gustado encontrarse con el Numancia en esta categoría: “En principio desearía que no se diera esta circunstancia en este lugar y no jugar contra ellos. Quiero que estén de Segunda para arriba porque es una pena que hayan descendido dos categorías en dos años. He sufrido mucho viéndolo desde la distancia”, afirma Ripa.
Respecto a cómo ha vivido esa bajada a los infiernos del club rojillo, el jugador del Tarazona expresa haberlo sufrido bastante “porque la pandemia afectó de forma muy cruel a mis dos equipos el Numancia y el Real Zaragoza”. En ese sentido, Ripa manifiesta que “después de un año bueno en el que incluso se llegaron a colocar en play off, tocó bajar de una manera muy cruel con 50 puntos”.
Después de esos dos años tan negros para la historia numantina, el conjunto de Diego Martínez irá a Tarazona en busca de tres puntos que le acerquen al liderato. Para evitarlo, estará un Adrián Ripa que señala que en la ciudad turiasonense el choque “se va a vivir como un premio por enfrentarnos ante un histórico, donde nosotros intentaremos hacer nuestro partido en casa y sumar los tres puntos”.
En ese objetivo de poner las cosas difíciles a la escuadra soriana, Ripa indica que el partido “va a ser vibrante, con intensidad y emoción que se decantará en las áreas para el conjunto que esté más acertado”.
Siguiendo con el análisis del duelo, el ex numantino se centra en su equipo afirmando que son un tanto irregulares fuera de casa, sobre todo, pero en el Municipal de Tarazona “somos fuertes y poco a poco vamos yendo a más después de formar una plantilla completamente nueva este verano”.
En cuanto a su rol en el equipo y en el partido, Ripa explica que después de una lesión en el cuádriceps de la pasada temporada, de la que recayó este verano, ha vuelto al verde en las últimas jornadas y “espero seguir ayudando al equipo en todo en lo que me pida el entrenador”.
Otro de los alicientes de ese encuentro será el desplazamiento de aficionados numantinos hasta el Municipal de Tarazona. La cercanía entre ambas ciudades y la fecha en medio del puente de La Constitución propiciará un ambiente festivo en las gradas de un estadio que quiere convertirse en un fortín.
En cuanto a esa situación, Ripa se muestra muy emocionado por volver a reencontrarse con caras conocidas y una afición que siempre le apoyó: “Fue una etapa de mi vida muy bonita, con una afición que me dio cariño y que me hizo sentir muy querido. Para mi es un honor recibirlos, les invito a que vengan porque siempre les voy a desear lo mejor”.
A pesar de los años, el lateral izquierdo afirma que todavía queda mucha gente conocida en el club, en sus oficinas, en prensa o en el propio equipo, con los que guarda una buena relación y a los que esta ansioso por volver a ver este domingo.
En ese sentido, el lateral muestra cómo de importante sigue siendo el Numancia para él y para su familia: “La primera vez que llegué allí me dijeron que a Soria llegas llorando y te vas llorando, y yo no fui una excepción. El cariño por la ciudad es tal que cuando le digo a mi hijo que regalo quiere de Navidades me pide viajar a Soria”.
Con la emoción en un puño y su corazón al descubierto, Ripa no quiere finalizar su conversación con Soria Noticias sin expresar su deseo de que el Numancia ascienda esta temporada y de que su equipo, la S.D. Tarazona luche por el mismo reto junto a la escuadra rojilla, llegando ambos al mismo puerto.
Pasan los años, los jugadores o entrenadores, pero personas como Adrián Ripa y su sentimiento hacia el Numancia perdurarán en una historia en la que el conjunto rojillo ha demostrado que este no es su lugar. En esa labor de recordarlo, siempre quedarán ex numantinos como el lateral aragonés que llevan la bandera del Numancia grabada en su corazón.