Clara Sanz es una enamorada del mundo rural que puede presumir de haber encontrado el ingrediente mágico para asegurarse el éxito. Una idea brillante ha impulsado su negocio y ahora, gracias a internet, se aprovecha de la marca 'Soria' para conquistar el mercado nacional.
Continuamos la serie dedicada al comercio rural y, gracias a la campaña 'Tiendas Vivas' de la Diputación Provincial, lo hacemos con una historia de las que merecen darse a conocer. Porque La Moderna Rural Shop no es una tienda normal, es lo que toda tienda querría ser.
Clara Sanz es una auténtica enamorada del mundo rural. Hace siete años su familia comenzó un viaje que les cambiaría vida. Abandonaron la ciudad para apostar por el sureste de la provincia de Soria y decidieron que su hogar no encontraría un lugar mejor que Arcos de Jalón. "Se acabó el hacer cola para todo", recuerda entre risas esta emprendedora que asegura estar "más que satisfecha con el cambio".
La decisión, que venía fraguándose con el tiempo, se hizo firme cuando el mayor de sus hijos tenía que comenzar el colegio. "Veía el 'cole' de mi pueblo agonizando por la escasez de niños y me parecía insostenible", expresa. Entonces, se puso el mundo por montera y se convirtió en motor del cambio.
Clara Sanz decidió que sería su propia jefa al levantar una floristería en Arcos de Jalón. Plantó la semilla de una explosión que llegó hace un año con el despegue de la tienda online y no deja de darle alegrías. La Moderna Rural Shop combina todo el potencial del comercio electrónico con lo mejor de la marca 'Soria', y riega de flores cultivadas en Somaén todo el país.
Gracias Instagram, y a una estética muy cuidada que acompaña con textos que ponen en valor la vida en el pueblo, la sostenibilidad y el medio ambiente; se ha colado en los corazones de sus clientes.
"Para mí vivir en un pueblo merece la pena totalmente porque aquí encuentras calidad de vida y ganas tiempo para poder dedicárselo a los tuyos", resume Sanz. Pero la vecina de Arcos de Jalón asegura que "esto hay que cuidarlo entre todos, implicarnos para poder todos los servicios en la puerta de casa".
Es decir, Clara Sanz tiene claro que en los pueblos "hay muchas cosas por hacer y muchos negocios por abrir, pero nos lo tenemos que creer nosotros y apostar por ello, no esperar siempre a que vengan de fuera a solucionarlo", reivindica.
Lo más importante, aunque también lo más complicado, es encontrar la idea. Después solo queda "trabajar y trabajar" para que siga rodando, refiere Sanz. No es tarea sencilla, pero ahora "el viento sopla de cola porque parece que se ve al mundo rural con otros ojos", cuenta.
"La pandemia nos ha mostrado de forma diferente y ahora el mundo rural tiene tirón porque desde las ciudades ven nuestros productos como algo que mola", añade nuestra protagonista, que no puede evitar una carcajada cuando recuerda que "hace siete años nos llamaban locos y ahora nos dicen que hicimos muy bien".
Las sonrisas son abundantes, pero no infinitas. Clara Sanz también habla de los handicaps del mundo rural para competir con los grandes núcleos. "Se nos pone cuesta arriba el tema logístico, que la mensajería tenga que venir a recogerme desde Guadalajara o Madrid limita mucho", explica.
Por ello, pide que se estudien realmente los beneficios fiscales. "Sin ninguna duda ayudarían a que más personas apostasen por el mundo rural", afirma.