La región espera realizar 200.000 antígenos en enero en sus nuevas unidades móviles y sacar las pruebas Covid de los hospitales para frenar la presión sobre la atención primaria. Se reconoce que la eficacia de los rastreos se diluye con una incidencia tan alta. “Hay que buscar un nuevo sistema de vigilancia epidemiológica más acode con la situación”.
Castilla y León supera día a tras día su propio record de contagios, rozando el día de hoy los 10.000 nuevos positivos. Con esa situación la región pondrá en funcionamiento la próxima semana 12 unidades móviles de test de antígenos gratuitos para que los ciudadanos que tengan síntomas puedan confirmar o no su infección. Estas unidades las gestionarán 3 empresas privadas y servirán para quitar presión a la atención primaria.
Castilla y León cuenta actualmente con 700.000 antígenos en stock y se han adquirido recientemente otros 300.000. El objetivo de estas unidades móviles es realizar unas 200.000 pruebas diagnósticas en el mes de enero, a las que habría que sumar las de los puntos fijos de test que la Junta intenta sacar de los hospitales.
“Aumentar el número de pruebas para romper las cadenas de contactos”, explicaba Alejandro Vázquez, el nuevo consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León. Todo ello pese a admitir el debate incipiente sobre la utilidad o no de los rastreos. “La eficacia de los mismos en una situación como la actual (con tantos conatigios) no es la misma”, reconocía. Vázquez explica que es un debate que ya está en la mesa del consejo interterritorial con el fin de lograr en enero un nuevo sistema de vigilancia epidemiológica más acorde a la situación actual.