Uno de los secretos más preciados de la provincia de Soria se encuentra en sus elementos arquitectónicos, de diversa índole y que permiten disfrutar de un momento en solitario o en compañía. San Esteban, Osma, Gormaz, Berlanga y Medinaceli. Todos albergan algo en común, ¿sabes lo que es?
¿Sabías que por la provincia de Soria discurren dos de las rutas del camino del Cid? Y en ellas puedes encontrar cinco castillos que tal vez conozcas, pero seguro, no te van a defraudar. Desde San Esteban de Gormaz hasta Medinaceli, atento o atenta porque hoy te enseñamos los Castillos que El Cid conoció en nuestra provincia.
Estamos ante una fortaleza árabe y castellana, el primer castillo que mencionamos está situado a orillas del río Duero. Desde él puedes visualizar el castillo de Gormaz y de él solo quedan algunos lienzos, restos de estancias y aljibes, debido al deterioro de los años, especialmente en 1808. No obstante, este castillo alargado y estrecho, ubicado sobre la población, sirvió de frontera entre ambos contendientes y permiten visualizar su paraje desde un lugar conocido por sanestebeños y visitantes.
El Cid pudo conocer este castillo con tres recintos amurallados y pronunciadas pendientes en manos castellanas. Fue fabricado en mampostería y sillarejo, testigo de guerras entre califales y cristianos y ha sido objeto de varias reformas. Construido en el siglo X y reconstruido en el siglo XIV, cuenta la leyenda que Fernando de Aragón pasó por allí de camino a su matrimonio con Isabel de Castilla. Como anécdota y debido a su arquitectura, que dificultada el acceso al enemigo, fue objeto de crítica y burla en las crónicas de guerra. No obstante, se ha convertido en emblema de “La Güera” y tanto grandes como pequeños se atreven a subirlo.
Nos encontramos, nada más y nada menos, que ante el castillo más largo de Europa en su estilo y época. Fue el punto militar más importante durante el califato Omeya, cuando la capital de la Marca Media estaba en Medinaceli, al sur de Soria. La fortaleza, que fue reconstruida por el general Galib, cuenta con dos zonas diferenciadas: el alcázar y el recinto amurallado. Es considerado Monumento Nacional desde 1931 y, con respecto a El Cid, fue Alcaide de esta fortaleza.
Su origen no está demasiado claro, pero las últimas excavaciones lo ubican entre los siglos X y XI. Está situado en lo alto de un cerro rodeado de murallas y fue un punto importante en la defensa de Marca Media y la frontera con los reinos cristianos. Este señorío le fue concedido a El Cid por Alfonso VI.
Esta sencilla construcción en sillarejo y mampuesto de planta rectangular y tres torreones circulares en las esquinas, así como la torre del homenaje cuadrangular, fue el asentamiento que defendía la Marca Media en el 946. Actualmente, se ubica en el lugar en el que se situaba la alcazaba militar y se cree que es la versión de la reforma establecida durante el siglo XIV por los condes de Medinaceli. Si pasas por allí, podrás disfrutar de los mejores atardeceres.
Y tú, ¿has podido disfrutar de estos monumentos?