La asociación ecologista afirma que "el desagüe de la EDAR vuelve a verter con lo que aparentan ser productos lácteos, dejando totalmente blanco el río y contribuyendo a que El Val siga siendo el embalse más contaminado de la Cuenca del Ebro".
La asociación ecologista Asden denuncia que "la depuradora de aguas residuales de Ólvega y Ágreda, que se sitúa aguas abajo de esta última localidad, está vertiendo aguas sin depurar coloreando de blanco todo el río Val aguas abajo". Añaden que las sustancias contaminantes se han sedimentado formando una capa continua y de unos milímetros de grosor sobre el sustrato del cauce, matando toda la vegetación existente a lo largo del río; lo cual indica que el vertido se ha prolongado durante varios días.
Asden considera que esta depuradora y "el deficiente funcionamiento que ha tenido desde que se inauguró en el año 2010" está detras del mal estado del embalse de El Val, calificado por la propia Confederación del Ebro(CHE) como el más contaminado de toda la Cuenca del Ebro.
Respecto al origen del vertido, la asociaciones ecologista afirma que "presuntamente está en la fábrica de Quesos SAIONA S.L, ahora denominada Ólvega Lácteos Naturales SL y también vinculada a los propietarios de la empresa Valle de Odieta SCL, en tanto que es la única empresa cuya actividad se relaciona con las características del vertido: olor y color a suero lácteo, y también porque es la responsable de vertidos semejantes en años anteriores". Por ello, Asden pide a las administraciones competentes, que son Confederación Hidrográfica del Ebro, Junta de CyL (JCyL) y Ayuntamiento de Ólvega y Ágreda, que esclarezcan los hechos y diriman responsabilidades.
Recuerda Asden que "el Ayuntamiento de Ólvega ha sido sancionado por la CHE con 86.247 € (pagó una multa de 51.748€ por pronto pago) por los vertidos de su colector al río; pero, tal y como reconoció el propio Consistorio, el causante de los mismos era la empresa de quesera que ilegalmente vertía al colector municipal".
Añade que Quesos SAIONA S.L comenzó su actividad en 2017, con un mínimo trámite ambiental, como es la Licencia Municipal; y según la propia empresa no tendría problemas con los sueros porque los iban a comercializar y llevarlos en camiones cisternas. "Lo cierto es que desde su entrada en funcionamiento en el año 2017 hasta 2019, la depuradora de Ágreda-Ólvega produjo vertidos contaminantes lácteos e incluso de forma puntual tras la apertura del expediente. Es decir, que en el caso de que haya llegado a pagar la sanción al ayuntamiento, a la empresa le compensó económicamente porque se ahorró la construcción y coste de funcionamiento de una depuradora propia durante dos años", refieren.
En el caso de haber reiteración en el vertido, "todas las administraciones competentes deberían adoptar de forma inmediata la medidas cautelares de forma inmediata para impedir la contaminación y deterioro de la masa de agua del río Val", concluye Asden.