REPORTAJES
Actualizado 09/01/2022 20:00:31
Encarna Muñoz

El Guapo Calavera es un grupo soriano formado por cuatro músicos. El vocalista y guitarrista Mitxel Girón, con el bajo Ángel Martínez, Luis Guillermo con la batería y por último, tocando un instrumento poco inusual en bandas de rock, Ana Maján, con el violín. Hoy nos presentan 'Prohibido bailar', un disco que germinó antes de la pandemia, pero al que el coronavirus y sus oportunidades han enriquecido definitivamente.

El coronavirus ha afectado especialmente al sector musical. Ha obligado a cancelar conciertos y, durante casi dos años, ha limitado dos verbos que antes eran sinónimo de felicidad: bailar y cantar. No obstante, hay formaciones que han sabido ver la oportunidad en la crisis. El Guapo Calavera ha localizado la fórmula del éxito, trabajando la inspiración y cincelando un nuevo disco que ya está a la venta. Con la excusa de conocer lo que podemos encontrar en él hablamos con Mitxel Girón, vocalista y guitarrista del grupo soriano.

Pregunta: La última vez que El Guapo Calavera habló con Soria Noticias fue tras el lanzamiento del single ‘El Club de los Corazones Rotos’. Ahora habéis sacado a la venta el disco 'Prohibido bailar'. Once canciones y, ¿un título muy pandémico?

Respuesta: Totalmente pandémico (ríe). En realidad todo el disco lo ha sido porque lo comenzamos a grabar en un estudio en Madrid dos findes de semana antes de que nos encerrasen a todos en casa. Nos quedamos con cara de tontos, pero decidimos que no nos podíamos parar. Seguimos componiendo y grabando en casa.

P: La pandemia, o mejor dicho el confinamiento, influyó en fondo y forma. También cambiaría la idea de disco que teníais, ¿no?

R: ¡Claro! Lo primero es, como ya has dicho, el título. 'Prohibido bailar' nació después de ir a concierto durante el verano de 2020, esos meses en los que Soria apostó por seguir ofreciendo música en directo. El caso es que llegó la última canción, la más movida del grupo en cuestión, y como movidos por un impulso nos levantamos todos a bailar. Entonces apareció la seguridad y nos dijo que estaba prohibido. Fue algo súper extraño, como que nos estuviesen prohibiendo ser felices. Me marcó. Al llegar a casa me puse a componer y el resultado aquí está.

P: El final ha resultado feliz, pero el proceso tuvo que ser, cuanto menos, intenso.

R: Intenso no, una auténtica locura. Empezando por la composición, que se hizo por whatsapp y, así, no fluyen las ideas como cuando te juntas todos y compartes espacio.
Luego había que grabarlo. El primer disco de El Guapo Calavera lo grabé yo solo. Me compré un montón de cacharros y tuve que aprender desde cero. Por lo tanto, algo llevábamos ganado. También es cierto que Ángel tiene más nociones de estudio, pero ninguno lo sabemos hacer bien. Además, grabar cosas como la batería desde un garaje, pues te puedes imaginar que no es el medio idóneo. En definitiva, que nosotros lo hemos conseguido, pero no se lo recomiendo a nadie.

P: Un CD cuando lo que se llevan son las plataformas digitales...

R: Es cierto, hoy me he tenido que bajar al coche para escuchar el disco (vuelve a reír). Quizá somos unos nostálgicos, porque es cierto que en la música de hoy en día parece que te sirve con sacar singles. Pero queríamos tener algo más formal, además me encanta tenerlo en la mano. Fíjate, nuestro deseos es sacar el próximo disco en vinilo.

P: Eso suena a mucho dinero.

R: Sí, es súper caro. Se plantea casi como un trabajo de artesanía porque se cuida mucho la imagen, el diseño y la fotografía, pero quién sabe. Este disco se está vendiendo muy bien y soñar es gratis.

P: Volviendo al presente, ¿qué se puede encontrar en este CD? ¿A qué suena lo nuevo de El Guapo Calavera?

R: Suena a El Guapo Calavera. Se ha dicho que es un homenaje a los 70, pero no es verdad del todo. Tiene cositas que sí te recuerdan a otras épocas, por ejemplo 'Prohibido bailar' encierra un tono discotequero de esos años, pero todo ha pasado por el filtro de El Guapo Calavera.

P: Vamos, que la nostalgia no traspasa el límite.

R: Toda cultura, el arte y la música de otros tiempos forman nuestras raíces y marcan hacia donde vamos. Yo no soy de los que siempre creen que el presente es peor que épocas pasadas. Otros son unos tremendistas porque dicen que el rock ha muerto. Pues qué quieres que te diga, si muere que muera, ya haremos otra cosa. La pandemia es una mierda, pero musicalmente el presente es la hostia. En Soria no dejo de ver conciertazos.

P: El Guapo Calavera también tira de colaboraciones.

R: Tenemos dos colaboraciones de nivel, y más que me hubiera gustado hacer. Y aviso, ya tenemos una más que potente para el siguiente disco. En este contamos con la voz y guitarra de Lorelei Green en ‘La Reina del Tubescreamer’ y el acordeón maravilloso de Nacho Martín (ex de los Celtas Cortos) en ‘No soy ni de piedra ni tan fuerte’. La música es como la vida, las personas le dan sentido, y estas personas en concreto han conseguido enriquecernos, le dan color a nuestras canciones. Esuchar la voz de Lorelei es como un soplo de aire fresco para los que ya estarán aburridos de la mía.

P: Volviendo a la pandemia, muchos os conocimos con 'Chiqui (me vuelvo al pueblo)' cuando estábamos totalmente confinados. ¿Qué supuso este tema?

R: Es una canción que nos ha puesto en el mapa. El primer disco nos fue muy bien, llegamos alto y lo hicimos rápido, pero la pandemia nos puso los pies en el suelo. Esta canción, de repente, nos resucitó. Funcionó muy bien porque se potenció en ese momento. También enlaza muy bien con lo que la mayoría de las personas sintieron, que si una cosa de estas te pilla en el pueblo, no hay color.

'Chiqui' es ya todo un clásico para El guapo Calavera. No podemos dejar de tocarla.

P: Os abrió las puertas de muchos medios de comunicación. La despoblación tiene tirón.

R: Totalmente. Está en boca de todos.

P: ¿Y afecta también a la música? ¿Es más difícil vivir de ella en la España vaciada?

R: Yo creo que es igual de complicado que en cualquier otro sitio. Yo viví en Madrid y era una locura, hay muchos lugares donde tocar, pero hay tanta competencia y tantos grupazos que acaba siendo complicadísimo. Aquí en Soria es difícil, pero hay una escena musical envidiable. Hay establecimientos y asociaciones que están haciendo un 'currazo' para traer lo mejorcito.

Me voy por las ramas, pero creo que en Soria se puede vivir de la música. Eso sí, hay que trabajar y trabajar. Picar piedra y hacer lo imposible y lo imposible.

P: Háblanos del grupo. ¿Qué pinta un vasco autodidacta rodeado de profesores de música?

R: ¡Buena pregunta! Es la primera vez que toco con músicos tan pro. He tocado en muchas bandas, desde los 15 años, pero cuando los conocí a ellos fue como, ¡¡¡guaaauu!!! No les tengo que explicar nada, lo saben o lo intuyen. No sé si pinto mucho o poco pero.... la verdad es que no todo son los cánones; la música son matemáticas, pero hay veces que es inexplicable.

P: ¿Y para el futuro? ¿Más y mejor?

R: Tenemos por delante mucho trabajo y mucho proyectos. Lo primero por lo que trabajamos es por tocar este verano todo lo que podamos, porque esperemos que sea un poco más normal. Después grabaremos el siguiente disco, haremos más canciones, más vídeos...

P: No puedes parar.

R: No puedo parar de componer. Tengo el móvil lleno de notas de voz y me has pillado con la guitarra.

P: No quería interrumpir.

R: No te preocupes porque era un mierda.

P: Mejorará

R: Mejorará

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