Casi 20 integrantes del Motoclub Arévacos disfrutaron de un evento que no se celebraba desde 2020.
Un año más miles de motos se dieron cita el pasado fin de semana en Valladolid en el encuentro motorista nacional por excelencia. En la edición número 40 de ‘Pingüinos’ cerca de 40.000 personas (cifra récord de la organización) se reunieron a pesar de la pandemia con el rugido de los motores como principal protagonista.
Entre esos “locos” de las motos, más de 20 sorianos emprendieron el viaje de más de dos horas en sus vehículos de dos ruedas hasta la capital vallisoletana. La llegada de estos fue continua desde el jueves, momento en el que empezaron los actos, hasta el domingo, último día del evento en el que los moteros de todas las partes del país y del mundo se despidieron con la mira puesta en el próximo año.
Muchos de esos sorianos procedían del Motoclub Arévacos, entidad con más de 130 miembros y que ha acudido a todas las ediciones de ‘Pingüinos’ desde 2011, excepto a la del año pasado que fue suspendida por el Covid y las dos ocasiones en las que no se celebró por discrepancias en la organización.
Entre ese grupo de amantes por las motos se encontraba su presidente, José Javier Rubio, quien explica cómo vivieron estos apasionantes días: “Estamos muy contentos en general por cómo se han desarrollado estas jornadas. El momento más especial fue sin duda volver a vivir la Nochevieja pingüenera en la que todos brindamos con champán y tomamos doce piñones”.
Por poner alguna pega a esta edición, Rubio manifiesta que los conciertos fueron de “menor nombre debido a que contrataron bandas con cancelación gratuita por el Covid”. En el mismo sentido, el presiente también explica que la pandemia obligó a vender entradas reducidas, que impedían disfrutar de alguna cena o desayuno, y evitó que fueran más miembros del Motoclub soriano (otros años han acudido más de 35 personas) como su hijo que dio positivo unos días antes y no pudo acudir.
A pesar de los inconvenientes derivados del Covid, Rubio expresa su satisfacción por ver como se cumplieron las medidas de seguridad con las mascarillas y manteniendo distancias en los diferentes conciertos y concentraciones.
En todos esos conciertos o concentraciones había un soriano conocido por todo el mundo. A sus 76 años, Crescencio acudió una vez más a la ‘Pingüinos’ con su tienda de campaña para vivir unos días rodeado por motoristas de todo el mundo que ya le conocen muy bien después de tantas ediciones juntos.
Al hablar de su figura, José Javier Rubio se deshace en elogios: “Es de los auténticos, siempre va con su tienda de campaña, hace su hoguera y aguanta el frío, el ruido y todo que le eches encima. Es un hombre muy entrañable que le conocen en todos los grupos y nunca le falta una tienda en donde le ofrezcan de comer o beber para disfrutar de su compañía”.
Esa convivencia tan familiar es uno de los hechos que más emocionan al presidente del Motoclub Arévacos. A pesar de la imagen que pueden tener estos eventos de motoristas, Rubio expresa que la gente es muy sana: “Siempre me ha llamado la convivencia tan agradable que existe. Algunas veces hemos perdido alguna cosa y al poco nos han llamado que la han encontrado por la colaboración de todo el mundo. Además, conoces a gente de todos los lugares del país y a otros procedentes de países extranjeros”.
Dentro de ese ambiente tan espectacular y sano, Rubio se muestra emocionado al recordar la foto de grupo “aunque faltaba algún despistado” o la satisfacción que “sentía cada vez que veía nuestro escudo y el caballito de Soria”, o a personas que, aunque no formaban parte del club procedían la provincia.
Por último, antes de finalizar, el presidente del Motoclub soriano quiere mandar un mensaje para sorianos que duden en acudir a ‘Pingüinos’ en próximas ediciones: “No hay tanto frío ni penurias como lo pintan. Cada año lo pasamos mejor y sus instalaciones han mejorado constantemente. Merece la pena ir porque es un recuerdo para toda la vida”.