Sus equipos recorrerán en la presente campaña, entre octubre y junio, la friolera de 33.000 kilómetros.
El Club Soria Baloncesto (CSB) recorrerá la friolera de 33.000 kilómetros en autobús en la presente temporada. O, lo que es lo mismo, los viajes por carretera que afrontarán entre octubre de 2021 y junio de 2022 sus equipos federados de las diferentes categorías -viajes de ida y vuelta de Soria hacia distintos lugares de Castilla y León y de Cantabria- suman prácticamente los mismos kilómetros que se recorrerían si se diera la vuelta al mundo en autobús. Y así temporada tras temporada. Según los datos oficiales que maneja el club, ninguna otra entidad de baloncesto de formación de Castilla y León acumulará en la presente campaña un número superior de kilómetros.
Igual que otros muchos clubes de diferentes disciplinas deportivas de la provincia, el Club Soria Baloncesto tiene que enfrentarse año tras año a las dificultades derivadas de la localización geográfica de Soria con respecto a Castilla y León. Obviamente, los clubes deportivos de las más variadas especialidades se inscriben en citas de carácter autonómico y nacional para buscar espacios competitivos tan atractivos como interesantes. Y ahí es donde empiezan los problemas extras. Este esfuerzo condiciona tanto los hábitos de sus jugadores como la situación de las arcas de la entidad.
Los jóvenes que practican el baloncesto están acostumbrados, a partir de los 12 años, a perder casi un día entero de sus fines de semana cada vez que su equipo debe jugar un partido oficial de los diferentes Autonómicos lejos del polideportivo San Andrés. Tanto viaje tiene también su enorme impacto en las arcas del Club Soria Baloncesto, que es el que debe sufragar estos interminables desplazamientos en autobús. El presupuesto en viajes condiciona notablemente la planificación económica de la temporada. Y las ayudas públicas y privadas apenas cubren una pequeña parte de estos y otros gastos.
El sacrificio que deben realizar las familias de los jugadores es más que importante. En lugares más grandes y con una población superior, en los que las competiciones municipales o provinciales cuentan con un número relevante de participantes y con un elevado nivel deportivo, un club de estas características no se enfrenta a este hándicap. Parte de sus equipos seguro que encuentra un acomodo competitivo adaptado a su nivel sin necesidad de viajar al otro extremo de su comunidad autónoma cada dos fines de semana.
Por suerte para el CSB, los baloncestistas no ven como una rémora el tiempo que pasan dentro de un autobús o en un pabellón de Castilla y León o de Cantabria esperando para emprender el viaje de vuelta a casa. Los desplazamientos son parte de la convivencia en un equipo, sea cual sea la categoría, y todos los integrantes son siempre capaces de extraer lo mejor de cada uno de estos viajes. Otro aspecto importante es la huella de carbono que genera tanto desplazamiento. Estos datos los está calculando el club de forma pormenorizada, con el objetivo de poner en marcha alguna acción que sirva como compensación de las emisiones que provocan sus viajes.