El estudio confirma como inmunización más segura y duradera la proporcionada por las vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna). En más del 85% de los vacunados se detectan anticuerpos, aunque se han observado caídas de inmunidad importantes según la vacuna administrada, especialmente en jóvenes
Esta mañana se han presentado en rueda de prensa los resultados del estudio 'Seguridad y Seroprevalencia en población vacunada frente a la COVID-19 de la Red de Farmacias Centinela de Castilla y León'. Dicho estudio ha sido desarrollado en dos fases, por 121 farmacias de Castilla y León y 4.000 ciudadanos. El objetivo ha sido conocer en profundidad lo que ocurre en la población general vacunada, poner en porcentajes la tan ansiada inmunidad humoral (respuesta de anticuerpos) y su duración. Este estudio ha permitido registrar acontecimientos adversos, identificar el protocolo de vacunación más seguro y eficaz, además de conocer cómo factores como la edad, el protocolo de vacunación o haber pasado previamente la enfermedad influye en la respuesta inmune o en su duración.
Durante la rueda de prensa, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, ha señalado durante la rueda de prensa la importancia de la red de farmacias en la vigilancia de la Salud Pública, afirmando que “somos una de las mayores infraestructuras y redes de talento sanitario de España y queremos ponerla al servicio de la sociedad. Es fundamental integrar a las farmacias en la Red de Vigilancia de Salud Pública, además de en programas de cribado, detección precoz o educación sanitaria”.
Por su parte, Javier Herradón, presidente del Consejo de Colegios Profesionales Farmacéuticos de Castilla y León (CONCYL), ha hecho hincapié en que “los resultados de la investigación han convertido a las Farmacias Centinela de Castilla y León en una pieza sanitaria estratégica en el ámbito nacional, gracias a su condición de red de respuesta rápida que aporta con gran fluidez y casi en tiempo real datos epidemiológicos y evidencias ante un problema de Salud Pública”. “No en vano esta red desarrolla habitualmente una labor clave en la vigilancia de la seguridad de los medicamentos mediante la detección, notificación y prevención de problemas relacionados con su uso, como reacciones adversas y errores de medicación”, ha añadido Herradón. Cabe destacar que los resultados de este estudio, en sus dos fases, han sido aportados en estos meses a la Agencia Española de Medicamentos y a la Consejería de Sanidad de Castilla y León para contribuir en la toma de decisiones más certeras en el ámbito de la vacunación, ha recalcado.
Por último, José Luis Nájera, secretario del CONCYL, miembro de la comisión de seguimiento de la Red de Farmacias Centinela de CyL y uno de los autores del proyecto, ha sido el encargado de detallar los datos del estudio, desarrollado en una primera fase entre el 19 y el 29 de julio de 2021, y entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre, en la segunda. “Dos periodos de reclutamiento de pacientes de apenas 10 días cada uno que han sido suficientes para analizar a más de 4.000 ciudadanos voluntarios, vacunados y no vacunados, y extraer una radiografía de situación. La especial condición de las farmacias permite desarrollar estrategias sanitarias de este tipo, con información temprana y verificada, de gran valor en Salud Pública”, ha manifestado Nájera.
A diferencia de otros, este estudio evalúa la eficacia de la vacunación sobre la población general y en distintos tramos de edad. Mientras que normalmente las evaluaciones conocidas se basan en la eficacia de la vacunación según el número de ingresos hospitalarios o por la gravedad de los síntomas de las personas infectadas cuando ingresan o acuden al centro de salud.
Los datos de este estudio confirman que todas las vacunas administradas en España son seguras y eficaces en la población general. Sin embargo, la respuesta inmunitaria que generan no es constante, no se mantiene en el tiempo y depende de diferentes variables, como es el protocolo de vacunación o la edad de los individuos.
“La respuesta inmunitaria que generan las vacunas de la COVID-19 no es constante, no se mantiene en el tiempo y depende de diferentes variables”
Los test realizados a la población analizada desvelan que la producción de anticuerpos es elevada: las vacunas generan anticuerpos en más del 85% de los vacunados. Este porcentaje sube al 97% cuando los individuos han pasado previamente la infección.
Además, hay determinados protocolos de vacunación, especialmente aquellos basados en vacunas de vectores virales (AstraZeneca y Janssen), que generan una respuesta inmunitaria más baja. Esto se ha comprobado en la vacunación con Janssen, que ofrece una respuesta significativamente más baja que con el resto de las vacunas y aún más baja si el individuo no ha pasado previamente la enfermedad. Ocurre lo mismo con los individuos inmunizados con dos dosis de AstraZeneca. De ahí que se haya establecido la necesidad de poner una nueva inmunización a este sector de la población, reforzando la vacunación con sueros basados en ARN mensajero (Pfizer y Moderna).
Asimismo, la investigación determina que no existen diferencias significativas en la generación de anticuerpos en el estudio entre hombres y mujeres, respondiendo ambos género de la misma forma. También se identifica que la exposición al virus influye de forma significativa en la duración de la respuesta. En los individuos que han pasado la enfermedad, la inmunidad que proporcionan las vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna) se mantiene de forma estable en el tiempo, incluso por encima de los 11 meses. Sin embargo, en las vacunas basadas en vectores virales (AstraZeneca y Janssen), a partir de los 7 meses ya se observa una reducción en la respuesta.
Por el contrario, en los individuos que no han pasado previamente la COVID-19, las vacunas disminuyen su eficacia en la producción de anticuerpos a partir de los 6 meses para las vacunas de Pfizer y Moderna y a partir de los 3 meses para los vacunados con AstraZeneca y Janssen.
Mientras que en los vacunados con Pfizer y Moderna la respuesta inmunitaria se mantiene por encima del 80% en todos los rangos de edad, no ocurre lo mismo en las vacunas basadas en vectores virales (AstraZeneca y Janssen), donde se observa un significativo descenso cuanto más joven es la población. De ahí que sea recomendable una tercera dosis.
En cuanto a la seguridad, el estudio indica que el protocolo de vacunación, la edad o el sexo también influyen en los acontecimientos adversos notificados. En este sentido, la vacuna de Pfizer se ha revelado como la más segura y la que menos notificaciones de reacciones adversas ha propiciado entre los pacientes. Mientras, las vacunas basadas en vectores virales, especialmente AstraZeneca, es la que más notificaciones de acontecimientos adversos ha generado. La mayoría de los acontecimientos adversos notificados a las vacunas son leves y ya conocidos. Los grupos más afectados son mujeres y jóvenes.
Destaca también el dato de que la tercera dosis de vacuna mejora la respuesta en los individuos vacunados, independientemente de si han pasado previamente la enfermedad o no. Este punto seguirá siendo analizado por la Red de Farmacias Centinela de Castilla y León para su valoración cuando se hayan producido periodos más extensos de inmunización.
Este estudio ha sido fruto de un convenio de colaboración entre CONCYL-Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León y la Consejería de Sanidad. Cuenta con el respaldo de Cofares y de la Federación de Cajas Rurales de Castilla y León (Caja Viva y Cajas Rurales de Salamanca, Soria y Zamora-Valladolid-León).