La vicesecretaria del PSOECyL pide al PP que rompa con Vox sus pactos en localidades como Palencia y descarta dejar gobernar a Mañueco “porque sí” si no hay un compromiso para aislar a Vox e impedir que tenga peso en la Junta. “Yo con Tudanca al fin del mundo”, señala.
La vicesecretaria general del Partido Socialista de Castilla y León ha defendido hoy en Soria un “veto democrático” a la “extremedarecha” tal y como sucede, asegura, en otros países de Europa. Una postura de la que, señala, está “absolutamente convencida” y que coincide con la posición de su partido.
Virginia Barcones se pregunta si el PP se ha dado cuenta “por fin” de que la extremaderecha no es buena para la democracia. De ser así, pide que el PP lo verbalice y lo haga público y que rompa los gobiernos que tiene en Castilla y León con la extremaderecha, señalando pactos a 3 bandas como el realizado en la ciudad de Palencia. Además, exige un compromiso para no dejar entrar en los gobiernos a la extremaderecha.
Barcones define así un “veto democrático” que conforme un “acuerdo” para que la extrema derecha no entre en los gobiernos. Sobre la abstención ‘gratuita’ del PSOE que “dejar gobernar porque sí al PP” para que siempre gobierne la derecha “desde luego que no”.
Sobre la situación en el PSOE de Castilla y León tras las últimas elecciones ha mostrado su apoyo al secretario general y señalado que sus “dudas” en la noche electoral le hacen “más humano”. Destaca que tras hablar con los cuadros del partido, la decisión de Luis Tudanca es seguir porque “Castilla y León nos necesita” y él “está fuerte”. “Yo con Tudanca, al fin del mundo”, reiteraba.
Sobre la crisis interna del Partido Popular, Barcones considera que este enfrentamiento televisado de los populares evidencia que los comicios de Castilla y León “nada tenían que con los problemas de la ciudadanía” y lamentan que la comunidad haya sido utilizada en una guerra partidista. Ve con “tristeza” que el PP haga una política “cada vez más próxima a la extrema derecha” y que siga “de la mano” de la corrupción. “Lo que ha pasado estos días no es bueno para la democracia, ni es bueno para nadie”, concluía.