La Asociación de Vecinos de Los Royales se pregunta por la gestión del centro, cuestiona su ubicación y pregunta a Mínguez: “¿Dónde van a trabajar si mis hijos se tienen que ir?”. El Ayuntamiento: “Ni es una paguita, ni solidaridad, ni caridad cristiana, hablamos de derechos humanos”.
Un centenar largo de personas se ha dado cita esta tarde-noche en la reunión abierta convocada por el Ayuntamiento de Soria para explicar los proyectos en marcha en el barrio de Los Royales, con especial atención en el Centro de Acogida de Refugiados. Las dudas que ha presentado este proyecto, anunciado hace solo una semana, y el desagradable tono de algunos comentarios en redes sociales eran el preludio de la reunión.
En ella el consistorio, que ha reconocido fallos a la hora de comunicar el proyecto, ha explicado el proyecto para tratar de hacer frente a “las intoxicaciones y las medias verdades” señalaba el alcalde. Carlos Martínez ha explicado que el Gobierno va a instalar, gracias a los fondos europeos Next Generation, otros 11 centros más como el de Soria en toda España y que la ciudad lo ha logrado porque “ha hecho los deberes” y se ha puesto “la primera de la fila” para atraer esta inversión.
Acompañado de los concejales Eder García y Gloria Gonzalo (Acción social e igualdad) han explicado que la ciudad acoge personas desde la guerra de Kosovo y que actualmente hay 536 refugiados gracias a la acción de Cruz Roja, Apip-Acam y Cepaim. Gonzalo explicaba que se trata de personas que “tienen que huir de sus países para salvar las vidas” y García señalaba que “ni es una paguita, ni solidaridad, ni caridad cristiana, estamos hablamos de derechos humanos”.
En resumen, un “logro de primer nivel” para el consistorio que va a traer inversión y empleo para Soria y que va a hacer del pilar social un motor para el futuro de la ciudad, según explicaban. Tras una detallada presentación, los concejales han dado las palabras a los vecinos siempre partiendo de la premisa de “no vincular inmigración, ni refugiados, con delincuencia” y de “no rechazar a nadie por su aspecto o por su origen”.
Tras la exposición inicial, una decena de vecinos de la ciudad han tomado la palabra y lo hacían en un tono mucho más sosegado que el presente en las redes y sin rastros de racismo o xenofobia. Ha sido la portavoz de la Asociación de Vecinos de Los Royales quien con un vehemente discurso ha generado los mayores aplausos y explicado los temores de los vecinos.
Los 3 principales problemas presentados tienen que ver con la gestión del centro, la ubicación del mismo y el futuro de las personas acogidas una vez salgan de los problemas. María Madurga ha explicado que tras hablar con 3 de los 4 centros similares, aunque todos más pequeños, que existen en España en ninguno les han hablado de “problemas con las personas” pero sí de empleos de poca calidad (no se trata de funcionarios, sino que estos centros suelen estar gestionados por ONG y asociaciones del tercer sector) y, en todos los casos, muchos menos de los prometidos en centros que no están al máximo de su rendimiento.
Tampoco gusta a los vecinos la ubicación y no tanto porque lo vayan a poner en su barrio sino por la parcela en sí. “Eso va a ser echar cemento al monte”, lamentaba María que señalaba que “estamos hartos de mamotretos”. En este aspecto parecen unirse las críticas de los vecinos de ciertos edificios a los que, según se desprende de la reunión de hoy, el constructor les ‘vendió’ que allí habría un parque y ahora se encuentran con otro tipo de construcciones.
Pero, sin duda alguna el punto que más inquietud genera es qué pasará con esas personas cuando acaben sus programas de acogida. María Madurga se preguntaba “qué oportunidades vamos a dar a esa gente cuando salgan a la calle”, recordando que “la dignidad no se da con pan y vino durante 6 meses” y cerrando su intervención con una personal pregunta “¿Dónde van a trabajar si mis hijos se tienen que ir?”
Y es que el empleo y el modelo de ciudad eran dos asuntos que rondaban la reunión. Algún vecino le ha recriminado al alcalde que no haya sido capaz de “traer ninguna empresa”. Consideran algunos vecinos presentes que lo fundamental para Soria debe ser crear puestos de trabajo que fijen población y atraer empresas. Entre los comentarios lanzados al aire, algún vecino lamentaba que el alcalde se ponga el primero de la fila para estas cosas “y para traer empresa siempre te pones el último”.
Los vecinos han pedido que “no se nos tache de racistas” o “fascistas”. Alguno de los intervinientes si ha reconocido “miedo”, tal vez por el “desconocimiento”, a que el centro se ubique “en un barrio lleno de familias jóvenes y plagado de niños”. Otros murmuraban sobre el temor a que el barrio se convierta en un gueto.
Desde el consistorio, y en respuestas a estas alusiones, se ha señalado que el Ayuntamiento lo único que hace es captar este proyecto para traer inversión y oportunidades para Soria. Mínguez señala que “esto no va a ser la hostia, pero va a ser una cosa más y es mejor que no hacer nada”. El alcalde recuerda que muchas empresas sorianas tienen problemas para encontrar talento y rellenar sus plantillas por lo que se trabaja para crear una ciudad con “una cobertura de sanidad, educación, cultura, deporte y servicios suficientemente atractiva”. En general, Mínguez salía “contento” de la reunión al no haber escuchado grandes comentarios racistas o xenófobos por parte de los vecinos.