La ciudad recupera verbenas, cabezudos y conciertos vermúts. Los Carnavales fueron la última gran fiesta pública que celebró una ciudad que ha perdido San Saturio, Semana Santa o San Juan durante estos dos últimos años y que parece sumarse ya a la vuelta a la normalidad.
Cuando este próximo jueves lardero a las 10 de la noche (seguramente algo más tarde, que nos conocemos) suene la Escafandra de Los Gandules en la plaza Mayor, la ciudad de Soria pondrá fin a 2 años sin fiesta. 2 años casi exactos donde la pandemia se ha llevado por delante todo lo que los sorianos concebíamos como fiestas.
Dos años sin una sola verbena en la capital, dos años sin champanadas multitudinarias por Navidad, dos años sin dulzainas ni charangas recorriendo el Collado a la menor excusa, dos años sin San Saturio y, claro que sí, dos años sin San Juan.
La catarsis que simboliza el Carnaval, su fuego y sus máscaras, su espíritu burlón y reaccionario y algo tan soriano como el ‘chorizo, pan y huevo’ son el escenario perfecto para una especie de prueba piloto de vuelta a la normalidad. No a la nueva, sino a la vieja que, por otra parte, es la única normalidad que etimológica, social y hasta espiritualmente merece llamarse como tal.
Las fiestas de Carnaval, con su desfile de disfraces, sus conciertos y sus verbenas fueron el último gran evento festivo que vivió la ciudad de Soria allá por el lejano y añorado febrero de 2020 cuando todavía nos reíamos de los chinos y mirábamos en una aplicación cómo subían los contagios en la otra punta del mundo sin saber que el virus ya estaba aquí y sin imaginar, ni en nuestras pesadillas más bizarras, lo que estaba por ocurrir.
Lo que pasó después todos lo sabemos y tan necesario como no olvidarlo parece pasar página. Las casualidades del calendario han querido que sea el Carnaval, la última gran fiesta que celebró Soria, la primera fiesta que abra un ciclo que, crucemos los dedos, debe acabar con la celebración de nuestras añoradas Fiestas de San Juan.
Por el momento el programa de los Carnavales 2022 en Soria bien podría ser el de cualquier año previo al ‘Covicho’. Pregón a cargo de Los Gandules (está bien porque a estos no les tiran hortalizas sino poliespán, que hace menos daño) el jueves, cabezudos viernes, sábado y domingo, vermús toreros, charangas-batucadas y, sí, discomóvil en El Tubo el viernes y orquesta en la plaza Mayor el sábado. Como dirían aquellos “Si te gusta bailar, somos la solución”