OPINIóN
Actualizado 02/03/2022 17:29:15
Tribuna de invitados

Tribuna de opinión de Pilar de la Viña Guzmán, presidenta de Antigona Soria.

Los derechos adquiridos, la libertad y la convivencia están en peligro en nuestra tierra. Y están en peligro porque esa fuerza política por todos conocida, esa fuerza con vocación justiciera y con nostalgia de tiempos monolíticos en donde los disidentes estaban condenados al silencio o la cárcel, esa fuerza, pone como condición para apoyar al PP, que se deroguen las leyes que más les molestan.

Todavía no han hablado de inmigración, pero los extranjeros pobres no les gustan. De momento, como ya afirmamos en la carta abierta que enviamos a los señores Mañueco y Tudanca, tienen en la diana y como prioridad, la derogación de la Ley contra la Violencia de Género y el Decreto de Memoria Histórica.

Y no parece que estas exigencias se hayan ablandado tras la toma de tierra que ha podido suponer la entrevista post electoral con Mañueco, no. En la primera declaración de García-Gallardo tras ese contacto, afirma que ha percibido en el PP buena disposición para cumplir con sus exigencias. “Tengo la impresión de que el PP lo entiende como razonable y plausible”.

Mañueco lo niega, pero en la afirmación de García-Gallardo vemos que este tema, el derecho de los varones a dominar a sus mujeres, es para ellos verdaderamente primordial. No pueden consentir que a estos hombres, a los maltratadores, se les tilde de delincuentes tipificando sus conductas como delito.

Al contrario, lo que puede que intenten convertir en delito, son los derechos que mujeres y hombres hemos alcanzado en los últimos tiempos, sobre todo en relación a la libertad para vivir la propia sexualidad sin constreñimientos ideológicos y sin hacer daño a nadie.

En materia de sexualidad y de costumbres, todos sabemos que este partido, VOX, es rígidamente fundamentalista y autoritario. Y que para ellos la mujer no es igual al hombre, puede ser la dama o la sirvienta o la madre o la puta… pero siempre un ser con un destino marcado por su sexo. Pretender la igualdad, ”Qué ridículo suena…” en palabras de García-Gallardo Frings.

Hemos oído como, en otras autonomías, han llamado chiringuitos a las asociaciones de mujeres y se han mostrado contrarios a la existencia de Servicios Sociales, chiringuitos también, para atender a las mujeres que han sufrido violencia.

Afirman que un matrimonio es, sólo “la unión entre un hombre y una mujer” (Santiago Abascal). Hablan de la libertad frente a las imposiciones progres…y del desalojo de los activistas políticos de las aulas de los colegios…

Curiosa forma de afirmar que no conceden libertad a los que piensan diferente. Curiosa forma de descalificar teorías pedagógicas con las que no comulgan. Desde este no reconocimiento, es imposible hablar con ellos.

¡¡¡Qué Vox nos coja confesados!!!

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