Mayorales, motriles y coplas comparten protagonismo en el regreso de una de las tradiciones más queridas por los vecinos durolenses.
Lo avisa la copla y se comprueba en las calles: 'Tres fiestas hay en Duruelo que yo no puedo olvidar: el Cristo, Santa Marina y el Martes de Carnaval'. El municipio pinariego ha recuperado este 1 de marzo una de las tradiciones más queridas por sus vecinos. Los músicos han desempolvado guitarras y bandurias y, tras aclarar también la voz, la Ronda ha vuelto a salir a las calles para 'alegrar corazones'.
Los Mayorales, César Hernando y Jonathan Vicente, se han vestido con los trajes tradicionales y han sentido en sus manos el poder que otorgan las varas de avellano. Los motriles se han armado con cintos para ayudarles en el control del acto. Después de muchas carreras y algún que otro correctivo, todo se ha completado como manda la tradición, con el disfrute de un ajo carretero que recompone el cuerpo y ayuda a sobrellevar una tarde que acaba uniendo la noche con la madrugada.
El Carnaval fue la última fiesta que se celebró en Duruelo antes de que el coronavirus irrumpiese en las vidas de sus vecinos aquel fatídico mes de marzo del 2020 para, del mismo modo que hizo en todo el mundo, alterarlas por completo. Dos años después, el municipio se recupera todavía de un golpe que será difícil de olvidar, pero este 2022 Duruelo ha vuelto a festejar a ritmo de copla para intentar viajar hacia una normalidad que empieza a ser necesidad.
Es importante recordar que el Covid ha sido el único capaz de arrebatarle a los durolenses esta tradición. Los más mayores recuerdan como ni la Guerra Civil ni Franco pudieron con un acto que sigue persiguiendo la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional.
Alberto Abad, alcalde de Duruelo de la Sierra, ha asegurado sentir "mucha alegría y mucha ilusión ante el regreso de una de las tradiciones más queridas por todos los durolenses". Aunque la organización de la jornada depende de los mayorales, ha referido que "hemos demostrado que nos respetamos unos a otros" por lo que se muestra convencido de que "la responsabilidad de cada uno hará que el día sea perfecto".