La carta de Sergio García Cestero, director de Soria Noticias
El bofetón de Will Smith a Chris Rock en la gala de los Óscar tiene muchísimas aristas, y trata algunos de los temas que tanto nos gustan a los opinadores del siglo XXI. Opinadores de poca monta que acostumbramos a reunirnos en Twitter con debates pseudofilosóficos y que, en lugar de amilanarnos por estar en la plaza pública, nos venimos arriba cual parroquiano después de cuatro cervezas en la barra del bar. Uno de los momentos más surrealistas de los últimos tiempos (y esto es decir mucho), tiene como trasfondo debates tan interesantes y profundos como la libertad de expresión y los límites del humor, la legitimación de la violencia y los diferentes tipos de violencia, y el machismo y la masculinidad tóxica. He de reconocer que tengo bastantes más dudas que certezas, y creo que es la anécdota (porque el hecho en sí no deja de ser una minucia sin más relevancia real que la que nosotros le queramos dar) con más grises que conozco.
Comenzaré señalando que en Estados Unidos es habitual que, en este tipo de galas, se use el humor como elemento conductor. Y que si te invitan es posible que hasta el propio presidente acabe realizando chanzas sobre ti. Dicho lo cual, ¿es normal que Chris Rock bromee sobre los invitados? Sí. ¿Es normal que las bromas sienten mal? Obvio, porque para que algo haga gracia tiene que tener un punto de verdad y otro de transgresión. ¿Debemos poner límites al humor? Yo digo no. Todos somos mayorcitos para distinguir entre una broma y un insulto. Solo hay que ver el vídeo para ver cómo la mayoría de los asistentes se ríen, lo que demuestra que la broma es buena. ¿Debemos sentirnos mal porque nos hagan gracia este tipo de cosas? No lo tengo tan claro. ¿Puedo reírme de alguien que se cae en la calle? Puede estar feo, pero en ocasiones resulta hasta inevitable. Eso sí, deberé dejar de hacerlo si se ha hecho daño.
Y entramos aquí en la segunda disyuntiva. ¿Se puede hacer daño con las palabras? Claro ¿Existe violencia sin agresión física? Desde luego. Cualquiera preferiría que en el patio le diesen una patada puntual fruto de una pelea, a sufrir el bulling en forma de motes, insultos y vacíos. ¿Se puede decir que el chiste de Chris Rock es violencia? Creo que sería cogérsela con papel de fumar, aunque Jada Pinkett o Will Smith lo sintieran como tal. ¿Legitima la violencia verbal o psicológica para usar la violencia física? Seguramente no, pero es algo que veo tan humano que me cuesta reprocharlo.
¿Es machista que Smith defienda a su pareja? Creo que no. ¿Habría actuado igual si su pareja fuera un hombre? Habría que verlo. ¿Habría pegado a una humorista mujer? Ni loco. ¿Es tóxico decir que el amor te hace cometer locuras? Sí. ¿Es cierto? Pues probablemente, aunque nos duela. ¿Habría saltado igual Will Smith si el chiste hubiera sido sobre otra actriz? Cuanto lo dudo ¿Y sobre un actor? Desde luego que no. ¿Veríamos igual el tema si quien hubiera pegado el bofetón a un humorista hubiera sido Donald Trump? Ni de coña.