Therminer quiere construir en Soria un equipo de refrigeración líquida para un centro de datos ubicado en Paraguay. Este sería el primero de muchos pues "este modelo de negocio tiene un mercado enorme".
Gonzalo García y Aaron Molina son los dos socios responsables de Therminer, una empresa que nació oficialmente hace un año en Valencia y se dedica a elaborar equipos de refrigeración líquida para "mejorar el rendimiento de centros de computación y, a la vez, recuperar el calor y aprovechar el agua caliente resultante para ahorrar costes en otras instalaciones", explica Molina.
Aunque actualmente Therminer centra su negocio en equipos "más reducidos" de minería de criptomonedas "en casa", Aaron Molina cuenta que su proyecto de eficiencia energética se encuentra en pleno proceso de expansión para abrirse a otros puntos que requieran equipos más grandes.
El primer pedido de estas características ha llegado desde Paraguay para obligar a la marca a ampliar las instalaciones. "Nos han encargado un equipo de refrigeración líquida para un centro de datos de 2,5 megawatios, valorado en 3,3 millones de euros", refiere Molina. El equipo de refrigeració se alojará en un contenedor y el resultado estará valorado en unos 500.000 euros.
La intención de los dos socios es fabricar estos grandes equipos en Soria y, para ello, buscan emplazamiento y trabajadores. El tiempo es un factor esencial pues el pedido debe estar listo en un plazo máximo de tres meses, por ello requieren una nave que "esté ya habilitada" y se estudian las opciones disponibles en la capital, Almazán, El Burgo de Osma y Ólvega.
Se contratará, en una primera fase, a unas 5 personas. Un ingeniero que trabajará como director de operaciones, y soldadores, electricistas y personal de mantenimiento. Cuando "el círculo de producción esté más controlado" se ampliará la plantilla para alcanzar los 10-12 empleos.
Therminer es una empresa valenciana, pero tiene ADN soriano. Aaron Molina nació en Soria y conoció a su socio en la universidad de Valencia. Asegura que "aquí se vive bien y hemos tenido muchas facilidades para emprender, pero ahora necesitamos un plus que estoy convencido de que nos lo va a dar Soria".
Molina afirma que en Soria se siente más cómodo y seguro porque "es donde tengo más controlada la cadena de suministros, los proveedores,.. Donde puedo confiar en la calidad del producto final".
Su objetivo es, hasta finales 2023, fabricar en Soria un contenedor al mes. Los dos socios son optimistas porque "para este modelo de negocio existe un mercado enorme". El único problema es que "este se localiza fuera de Europa, principalmente en EEUU y latinoamérica", por lo que Molina se muestra cauto respecto al futuro: "Garantizamos dos años de producción, luego habrá que estudiar si sigue teniendo sentido fabricar los contenedores aquí o no". Será una cuestión de números.