La Semana Santa también se vive intensamente en Ágreda. Este 2022 se recuperará en un 90%. Regresa todo menos el multitudinario Encuentro.
La Semana Santa de la capital no es la única con declaración de Interés Turístico Regional. El Viernes Santo de Ágreda también presume de esta mención, y es que las tradiciones que guarda la Cofradía de la Santa Vera Cruz son dignas de conocerse y disfrutarse.
La Semana Santa de la Villa de las Tres Culturas hunde sus orígenes en el siglo XVI, centuria en la que se fundó la que se considera como la segunda hermandad penitencial más antigua de la provincia de Soria. La Santa Vera Cruz nació en la iglesia de Nuestra Señora de Magaña el 7 de abril de 1556, con tres fines perfectamente identificados: de disciplina (en la noche del Jueves Santo), de caridad y de tipo religioso. El de disciplina desapareció hace años, pero sus miembros mantienen las otras dos responsabilidades. Entre los cometidos figura, por ejemplo, facilitar el entierro a todas las personas que mueren en Ágreda, especialmente a las que no tienen medios económicos suficientes.
La singularidad de esta Semana Santa reside en el protocolo secular que siguen los cofrades de la Vera Cruz durante el Viernes Santo. Uno de los aspectos más llamativos de este, que sirve para reconocer popularmente las celebraciones, es el relativo a la vestimenta que portan los cofrades. Se trata de trajes típicos de la Corte de Felipe IV, rey muy vinculado a la villa, por ser Ágreda el lugar de residencia de su consejera, la monja concepcionista Sor María de Jesús.
José Vicente Ruiz, presidente de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Ágreda, asegura que para este 2022 “se ha decidido recuperar todos los actos al 90%”. Con el permiso del Covid, y “manteniendo todas las precauciones necesarias para evitar riesgos”, regresarán las celebraciones religiosas que dan esplendor a la Villa de las Tres Culturas.
Solo un acto deberá esperar, el multitudinario Encuentro, que seguía a la Procesión General del Santo Entierro. “Queremos evitar la aglomeración de personas en un punto complicado”, dice.
Al hablar de la Semana Santa de Ágreda, siempre adquiere protagonismo el desfile procesional de los hermanos cofrades de la Vera Cruz, pero esta celebración dispone de otros muchos elementos diferenciales que, tal y como se defiende en la villa desde hace años, la hacen merecedora de una ampliación de la declaración de Interés Turístico Regional.
Uno de ellos son las Santas Espinas de la Corona de Jesús, que se veneran cada Martes Santo en la basílica de Nuestra Señora de los Milagros. La existencia de estas en la localidad se cifra en torno al siglo XVI. La Cofradía cree que fue la reina Leonor de Castilla quien regaló las espinas a Ágreda, con motivo de su boda con Jaime I, que se celebró en la villa. A ella se las cedería su sobrino San Luis de Francia, que las compró al último emperador de Constantinopla.
Cabe señalar que diversos estudios efectuados por científicos independientes, apuntan que las espinas en cuestión son púas de madera de acacia, concretamente de una variedad muy común en Palestina. También concluyen que tienen una antigüedad de dos mil años. Actualmente se conservan en un relicario.
80 personas dan continuidad actualmente a todas las responsabilidades de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Ágreda. Su presidente alerta sobre los problemas que se avecinan ante la falta de incorporaciones: “Este año solo se ha incorporado un cofrade y nos estamos quedando sin personal. No sabemos hasta cuándo aguantaremos”.