La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales presentó queja formal al Defensor del Pueblo por el mutismo del Ayuntamiento, que sigue sin entregar a ANPBA los informes veterinarios sobre el estado del animal tras finalizar el espectáculo.
La asociación animalista ANPBA (Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales) solicita el "reciclado" de la fiesta del Toro Jubilo de Medinaceli por entender que el animal sufre de forma innecesaria. Este mismo colectivo presentó una queja al Defensor del Pueblo con el objetivo de obligar al Ayuntamiento ocelitano a entregar diversos informes veterinarios.
A través de un comunicado que se ha hecho público este lunes, 11 de abril, ANPBA, explica que, con la reanudación del espectáculo el pasado noviembre de 2021, ANPBA inició unas actuaciones sin precedentes para revelar la "realidad sobre el tormento y sufrimientos que experimenta un ser al que le colocan en la cabeza unos artilugios, encajados a golpes, con grandes bolas de material altamente inflamable a las que prenden fuego, enloqueciendo al animal".
A pesar de este "intolerable trato infligido a un ser sensible", en noviembre de 2021 el Ayuntamiento seguía afirmando, en su web institucional, que «un veterinario examina al animal antes y después de la fiesta, certificando que no ha sufrido daños».
Invocando la ley de Transparencia, en noviembre de 2021 el presidente de ANPBA, Alfonso Chillerón, solicitó al Ayuntamiento de Medinaceli, "el certificado veterinario del estado de toro de fuego después del festejo" de ese año 2021. En su respuesta, el Alcalde de Medinaceli, Felipe Utrilla, aclaró a ANPBA que no había ningún informe veterinario al respecto, pero, a continuación, corrigió el mensaje de la web, cambiándolo por este otro: "EN ANTERIORES OCASIONES, un veterinario HA EXAMINADO al animal antes y después de la fiesta…".
Por ello, el presidente de ANPBA volvió a solicitar al Alcalde de Medinaceli, Felipe Utrilla, que le remitiera copia de esas actas veterinarias de “anteriores ocasiones” para verificar su contenido, al ser información pública susceptible de ser puesta a disposición del solicitante.
ANPBA continúa su relato asegurando que "como el Ayuntamiento de Medinaceli no ha puesto a disposición de ANPBA las actas solicitadas, la Asociación presentó una queja formal ante el Defensor del Pueblo".
Hoy, la Adjunta Primera del Defensor del Pueblo, Teresa Jiménez-Becerril, ha remitido un oficio a ANPBA, en el que, comunicándole al presidente de la Asociación la iniciación de un expediente, repasa la situación, indicando:
«El pasado 24 de noviembre de 2021 presentó, en la Sede Electrónica del Ayuntamiento de Medinaceli (Soria), una petición de acceso a información pública (SAIP) mediante la que solicitaba cierta documentación, sin que hasta la fecha se haya emitido contestación. Considerando que su queja reúne los requisitos establecidos y teniendo en cuenta que esta institución ha de velar por que la Administración resuelva expresamente, en tiempo y forma, las peticiones que le hayan sido formuladas, se han iniciado actuaciones ante dicha corporación municipal».
El presidente de ANPBA, Alfonso Chillerón, ha dicho: "Ningún acta veterinaria podría certificar ningún “buen estado” de un animal al que le atan los cuernos con una gruesa soga y tirando fuertemente de él una decena de hombres, empujándolo, forcejeando y tirándole del rabo, lo inmovilizan y le atan la cabeza a un mueco para ponerle en los cuernos un artilugio con grandes bolas empapadas con un material altamente inflamable al que prenden fuego, mientras el animal muge desesperado y aterrorizado por el fuego que arde sobre su cabeza".
La geografía española está llena de festejos con "toros de fuego" que no utilizan animales. Un ejemplo: El «Toro de Fuego» de Barrax (Albacete), que consta de un armazón, despide fuegos artificiales e incluso fue declarado en 2018 "Fiesta de Interés Turístico" por la Junta de Castilla-La Mancha, publicándolo en el Boletín Oficial (**).
ANPBA viene trabajando, desde el siglo pasado, con todos los instrumentos legales, para que el "toro de fuego" de Medinaceli se recicle. De hecho, el Ayuntamiento de Medinaceli fue sancionado por la Junta de Castilla y León por el "toro jubillo" de los años 2000 y 2001, en respuesta a las denuncias administrativas interpuestas por ANPBA cuando aún no se había blindado el espectáculo declarándolo "tradicional".
Estas resoluciones sancionadoras constan en los archivos de ANPBA como un logro y una mancha indeleble para el espectáculo, demostrativos de que, si este espectáculo de sufrimiento animal no estuviese blindado por la Administración, se habría acabado hace tiempo.