Decenas de devotos cumplen con la tradición que tiene lugar cada Martes Santo.
Ágreda veneraba este Martes Santo a las Santas Espinas, unas reliquias que según la tradición, compusieron la corona que Jesucristo portó durante la Pasión. La existencia de éstas en la localidad se cifra en torno al siglo XVI.
Estudios llevados a cabo por científicos independientes a requerimiento de la parroquia agredeña confirmaron que las espinas, dos unidades, son púas de madera de acacia, de una variedad muy común en Palestina. Los resultados de estos análisis concluyeron que la antigüedad de ellas se cifra en torno a los dos mil años.
La Villa de las Tres Culturas guarda celosamente estas dos unidades, si bien a finales del XIX el grupo era de tres, pero el obispo de Tarazona, Diócesis a la que pertenecía la localidad en aquellos tiempos, decidió llevar una a la sede episcopal. La procedencia de estas reliquias se considera que fue por un regalo de San Luis, rey de Francia, sobrino de Leonor de Castilla (hija del rey Alfonso VIII y la reina Leonor Plantagenet), quien contrajo matrimonio con Jaime I de Aragón en 1221 en la iglesia de Nuestra Señora de la Peña.
La devoción en Ágreda está acreditada desde 1580, al haber sido constatado que eran guardadas en dicho templo, el más antiguo de la localidad, y en el que se ha venido oficiando cada Martes Santo esta veneración a lo largo de los siglos, si bien ya el siglo pasado la ceremonia tiene lugar en la iglesia parroquial de Los Milagros.
Video con la celebración de 'Las Espinas' en Ágreda: