Las rachas de viento agitan las coníferas que se sacuden estos gránulos formando notables polvaredas.
En estas fechas aumenta la polinización en la naturaleza, siendo en algunos casos y dependiendo de las condiciones meteorológicas más que apreciable. Es el caso del pino, de reconocida abundancia en la provincia y que ahora expulsa estos diminutos gránulos en su ciclo reproductivo.
El polen de pino, pese a una creencia a veces extendida es una causa poco frecuente de alergia, si bien puede producir molestias en ojos y nariz aunque de manera proco frecuente. Más probables son las alergias a otros pólenes que ahora también se hacen presentes como los expulsados especies como el plátano de sombra, el abedul y las gramíneas.
En función de diversos factores, la abundancia de polen llega a veces a sorprender, al 'nublar' porciones de pinar, y haciendo suponer la existencia de un posible incendio. Por el contrario, estas polvaredas poco tienen que ver con el humo, ya que no ascienden sino que permanecen suspendidas para después precipitarse en el suelo.
Imágenes como la que captaba este sábado este periódico en las inmediaciones de Hortezuela dan constancia de ello.