La conmemoración mariana trae en el documental por entregas que lanza la parroquia, el testimonio de José Sotillos, ordenado sacerdote tras quedar viudo cumplida la setentena. Presenció la ceremonia de la coronación de la Virgen de los Milagros.
El pasado día 10, la concatedral de San Pedro acogía la festividad de San Juan de Ávila donde se rindió reconocimiento a la labor pastoral de algunos de los sacerdotes de la Diócesis de Osma-Soria. Entre ellos estaba uno de los más longevos, no en esta vocación, sino en edad. José Sotillos Martínez cumple ahora 25 años como presbítero tras ser ordenado sacerdote. En octubre su existencia llegará a contar los 97.
Fue una noticia que saltó a los medios de comunicación no solo provinciales, sino que trascendió a todo el ámbito nacional. Eran 72 años los que contaba cuando recibió el sacramento de las manos de Francisco Pérez, entonces obispo.
El padre Sotillos quedó viudo tras un accidente doméstico sufrido por su mujer, con la que tuvo cinco hijas. Cuando ella se encontraba ya en los últimos instantes de su vida, él descubrió su nueva vocación, la del sacerdocio. Y así fue ordenado hace ahora un cuarto de siglo. Una historia que queda reflejada en el documental por entregas que emite la parroquia de Ágreda con motivo del 75 Aniversario de la coronación canónica de Nuestra Señora de los Milagros.
En este capítulo, Sotillos confiesa ante Nacho Grijalbo, productor de la serie, la fe mariana y en la Iglesia que ha procesado durante toda su vida. Relata que en 1947 acudió a Ágreda acompañado por el cronista oficial de Soria, y también de la Villa de las Tres Culturas, Miguel Moreno, estudiante de Magisterio en ese momento. Tenía por por esas fechas 22 años y presidía el colectivo de Jóvenes de Acción Católica en la provincia, aunque no había vinculación con Ágreda por pertenecer esta a la Diócesis de Tarazona entonces.
Con todo, fue un "acontecimiento extraordinario" donde "multitud de gentes" acudieron a la ceremonia en un espacio, 'El Cerro', donde se había parcelado la ubicación de los fieles con pasillos para el tránsito de los presentes. Algo que en principio no se respetó, pero tanto él como su acompañante consiguieron ordenar la "avalancha" de personas y lograr, espontáneamente, a través de la megafonía, tener en cuenta los espacios.
De aquel día también recuerda el "fervor extraordinario" acompañado por el "entusiasmo, gozo y alegría de los presentes".
El video: