La primera fase arrancará a comienzos de 2023 con el objetivo de transformar 6,2 kilómetros desde la avenida Valladolid hasta Eduardo Saavedra.
Uno de los proyectos que más demandaba la ciudadanía de Soria verá la luz después de muchos años de espera. El Ayuntamiento de la ciudad, a través de su alcalde, Carlos Martínez, y el Gobierno de España, representado por su delegada en Castilla y León, Virginia Barcones, y por el secretario general de infraestructuras, Xavier Flores, han anunciado las obras de integración, humanización y ordenación de las travesías N-234 Y N-111. Durante la presentación también ha intervenido el jefe de demarcación de carreteras del Estado en Castilla y León oriental, Javier Fernández.
Este proyecto que se dividirá en dos fases contará con una inversión de 20 millones de euros. Para Martínez, esta iniciativa que cruza la ciudad de norte a sur y de este a oeste supone “un impulso importante para mejorar las entradas de la ciudad, la calidad de vida de los sorianos y el dinamismo económico, para ser unos referentes comerciales y turísticos”. Por su parte, Barcones ha hecho énfasis en lo importante que es “aprovechar este tipo de oportunidades”. En esa dirección, la delegada del Gobierno ha destacado el papel de un Mínguez “que siempre lucha por su ciudad”.
De esta manera, la primera fase que abarca 6,2 kilómetros desde la Avenida Valladolid hasta Eduardo Saavedra, se espera que comience a principios de 2023, para estar terminada en un plazo de año, año y medio. Durante este tramo se creará una glorieta a la altura de Copiso (conectará en el futuro con La Ronda del Duero), se sustituirá el paso inferior del San Andrés por otra glorieta, misma construcción que se levantará en la zona de acceso a Los Pajaritos. En este trayecto, también se creará una mediana con vegetación, un carril bici, se reducirá la anchura de los carriles y se mejorará el antiguo puente que dirige a Golmayo. Con todo ello, se espera una inversión de 12,7 millones.
Por otra parte, la segunda fase actuará en la carreta de Logroño, en la N-111 y la N-234. Este proyecto, que se espera presentar en dos o tres meses, construirá un espacio para bicis, mantendrá un carril por sentido y llevará actuaciones en el puente de piedra. Al mismo tiempo, mejorará el pavimiento de todo el tramo, manteniendo uno más tradicional en la zona de la Concatedral de San pedro para que no desentone con el entorno. La estimación del coste en este caso es de 7-8 millones.
De esta manera, Flores indica que “vamos a convertir estas nacionales en calles del s. XXI” con más de 10.000 metros cuadrados de zonas verdes, 45.000 metros cuadrados de aceras y con la plantación de más de 1.000 árboles.
Video de la presentación hoy: