El Desencajonamiento 2022 se ha desarrollado -esta mañana de sábado- rápido y tranquilo, con una gran participación de sanjuaneros, que han acudado a la plaza de toros y al monte Valonsadero, para recibir a los novillos del Viernes de Toros y Jueves La Saca.
Los sorianos tienen ganas de Sanjuanes, como ha recordado el propio alcalde Carlos Martínez Mínguez a Soria Noticias, y se han volcado en la celebración del Desencajonamiento, con ese sentimiento de la ilusión por recuperar las fiestas, pero también con el recuerdo "de todos aquellos que nos han dejado durante todo este tiempo", ha recordado el alcalde.
El camión con el ganado de Laura Velasco ha llegado puntual a la plaza de toros, y a las 8:39 horas los novillos entraban por toriles, después de permanecer un rato en el ruedo. La anécdota ha estado en la dificultad que ha tenido el camión para entrar a la arena por el callejón, dada la dimensión del camión.
Los novillos, según el responsable de la empresa Campo Bravo Alcarreño de Brihuerga, Pedro López, son los "adecuados" para el festejo del Viernes de Toros, una novillada de aficionados muy singular, en la que tienen que disfrutar las jóvenes promesas del toreo, las doce cuadrillas y todos los sanjuaneros. Ahora, toca esperar al sorteo de los novillos, para saber el que le toca a cada cuadrilla.
La mañana ha sido espectacular, lo que ha animado a participar a los sorianos, que han llenado el monte Valonsadero, donde la llegada de los novillos del Jueves La Saca, a las 10:30 horas, también se ha llevado a cabo de manera rápida y sin incidencias. Para facilitar la entrada de los eriales, los Amigos de la Saca han utilizado mansos, lo que ha tranquilizado a los novillos, que han permanecido un rato en los corralillos de Cañada Honda, para disfrute de los numerosos asistentes.
Las primeras impresiones sobre estos eriales, han sido la de unos animales bien presentados y con arranque, que se han mostrado más tranquilos que otros años, en su llegada al monte.
El sol era ya demoledor a eso de las 11:00, y la zona de los chiringuitos se encontraba repleto de gente, preferentemente jóvenes, que ya estaban en el monte desde primera hora de día, para esperar los novillos y para disfrutar de las primeras sanjuaneras y cañas en Valonsadero.