La artista soriana Julita Romera avanza en su ruta de 'Las manos de la Tierra' con dos nuevos emplazamientos. Las dos localidades se suman a esta ruta que, desde hace 5 años, ayuda al territorio soriano a conocerse.
Una ruta pensada para el turismo de proximidad, donde además de un proceso creativo con las personas de la localidades, analizan la historia, los momentos, las tradiciones y cuenta, a través de personas reales, la historia de los pueblos de Soria.
En el caso de Bayubas de Abajo, la resina con el título 'Somos esencia', da como resultado un bosque mágico en el que una mujer recoje del pino resinero esa esencia que lo hace único, igual que a las personas de este pequeño municipio. Personas que hicieron de este oficio, de nuestra historia reciente su capacidad de progreso.
En Vadillo, ha sido el lavadero nuevo el espacio intervenido. En Vadillo lavaban en el lavadero viejo situado en el cerro, al que acudían las mujeres en burros y cargadas con cubos de zinc. Encendían una hoguera donde calentaban el agua para romper la capa de hielo, que se acumulaba sobre las pilas de lavado ubicadas a ras del suelo. Aún existe el edificio, lleno de maleza y de recuerdos.
Dicen las mujeres de Vadillo que un mes de noviembre parieron tres mujeres a la vez, y el resto de mujeres lavaban la ropa de aquellas madres esos días. 'Somos ausencia y compañía' es el título de esta obra, que refleja en el agua del lavadero ese recuerdo de aquellos tiempos. La compañía de esas mujeres, que tendían en los espinos las sábanas de aquellas que habían sido madres, y la ayuda que se procesaban debe ser un ejemplo para el presente.
La ruta de Julita Romera cuenta estas historias, historias que no deben caer en el olvido porque "somos" este territorio gracias a ellas. Se sumará a esta ruta Añavieja, en su trinquete, con las manos de un pelotari de la provincia, Cabrerizo, y que unirá la N-234 con la N-122. Ha cerrado la ruta de la N234 la localidad de Vadillo, y une con la A2 la localidad de Bayubas de abajo.
Cualquier localidad que desee sumarse a este "contar de historias" puede encontrar a Julita Romera en su estudio de la calle Cronista Rioja, o por cualquier rincón de algún pueblo escondido.