La reestructuración en la que trabaja el Ministerio prevé hacer más eficiente el sistema concentrando las conceciones estatales en nodos importantes de comunicación. Serán las comunidades autónomas quienes deban acercar a los vecinos de los municipios que se quedan sin parada a estos nodos, bien por autobús u otros sistemas de movilidad.
El Ministerio de Transportes ha presentado este 8 de junio la propuesta inicial del nuevo Mapa Concesional de Transportes por Carretera, una reestructuración de un sistema que se inició hace 100 años y se había mantenido sin modificaciones de relevancia desde entonces. Se ha elegido este momento tras la reducción de viajeros que supuso la irrupción del Covid-19, pues se considera el más oportuno para adaptar los estudios de demanda a la nueva realidad pospandemia.
Los principales cambios de este nuevo mapa, que se enfoca en regular el servicio de autobús en España para hacerlo más eficiente y viable económicamente, pasan por la reducción en el número de concesiones de los servicios regulares de autobús de competencia estatal (de 79 a 22 corredores), la disminución de líneas y paradas para concentrar los nodos de comunicación en capitales de provincia o ciudades importantes, la potenciación de la intermodalidad (con especial atención al ferrocarril) y el fomento de la coordinación con las comunidades autónomas.
María José Rallo, secretaria general de Transportes, ha explicado que este nuevo mapa mantendrá el modelo concesional existente, por el que tras un proceso de licitación se concesiona un servicio que se otorga en exclusiva. "Se fijan tarifas que garanticen la prestación del servicio público con un número de frecuencias mínimo", ha señalado Rallo, que además ha insistido en que "no se destinará dinero público de forma directa para su sostenimiento".
El nuevo Mapa Concesional de Transportes por Carretera se ha presentado a las comunidades autónomas, aunque "está abierto a cualquier modificación después de conocer la opinión de estas", ha afirmado la secretaria general de Transportes. Este nuevo mapa deberá ser una realidad un año después de la aprobación de la nueva Ley de Movilidad Sostenible que se va a tramitar a corto plazo, y dos años después deberán estar adjudicadas todas las concesiones estatales.
María José Rallo ha insistido en que el objetivo de esta reestructuración es "poner al ciudadano en el centro" y que "las necesidades se cubran con servicios de transporte o los nuevos servicios de movilidad". Son estos últimos los que jugarían un papel esencial en la España vaciada, quizá la que más va a sufrir la modificación de un sistema que prevé que, solo en Castilla y León, 346 municipios pierdan su parada con el servicio estatal de autobús.
Esto se explica porque, hasta este momento, el Ministerio asumía ciertas rutas en el interior de las comunidades que son de competencia autonómica y serán estas quienes deban gestionarlas a partir de que el nuevo Mapa entre en vigor. Por ello, "la colaboración entre administraciones es esencial", ha puntualizado Rallo.
El Ministerio busca "servicios más directos encauzando la movilidad rural hacia nodos", ha referido Jaime Moreno, director general de Transporte Terrestre. Esto es, que los municipios que pierden la parada estatal deberán contar con un autobús o un sistema de movilidad (transporte a demanda, taxi a demanda o vehículo compartido) que les acerque a las paradas que se mantienen como competencia estatal.
"En ningún caso", ha expresado María José Rallo. Ha añadido que las comunidades autónomas deben entender que es su competencia prestar este servicio a los ciudadanos y cumplirla. "No es objetivo que ningún ciudadano se quede sin servicio, miraremos las formas de hacerlo", ha tranquilizado la secretaria general. Además, el Ministerio prevé el diseño de mecanismos de compensación para que las comunidades no se escuden en la falta de presupuesto para abandonar los territorios con menos viajeros.
"La tecnología permitirá adaptar la oferta, la demanda y los horarios para hacer el sistema eficiente", ha referido Rallo. Por último, ha aclarado que las comunidades son conscientes de la realidad tecnológica de su territorio, con vecinos con verdaderos problemas para acceder a ella, por ello insiste en que "cualquier cosa vale, como utilizar el bar del pueblo como sistema para reservar o el centro cultural".