FEVA celebra su primer rally centenario en un espectáculo sin parangón en el territorio nacional.
Más de cincuenta vehículos de más de cien años de antigüedad circularán por las carreteras en torno a El Burgo de Osma los días 18 y 19 de junio, en un espectáculo sin parangón en España.
La Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA) siempre ha mostrado gran preocupación por la carencia en el país de eventos específicos para los vehículos veteranos, una situación que ha llevado a su ostracismo, y al olvido en el fondo de garajes y museos.
Por ello, y tras el éxito del I Encuentro Nacional de Motocicletas Antiguas, la Comisión de Motos de la agrupación decidió afrontar el reto y organizar un rally destinado, precisamente, a los vehículos más veteranos. Tras una rápida deliberación, los miembros de la comisión, encabezada por Enrique Castells, puso en marcha un evento para vehículos con al menos cien años.
Según FEVA, la respuesta de aficionados y coleccionistas ha sido una buena muestra de la necesidad que existía de un evento de estas características, completándose la inscripción, restringida a cincuenta vehículos, en unas pocas semanas. Así, los organizadores pueden confirmar la presencia de vehículos como el Benz Patent Motorwagen, una recreación autorizada del primer automóvil de la historia, aportado por Mercedes Benz España, o un precioso Hispano-Suiza Tipo 30 que ha sido inscrito por la misma Dirección General de Tráfico, a la que los organizadores no pueden menos que agradecer su sensibilidad hacia el vehículo histórico, y su compromiso en la conservación del mismo.
De los 52 inscritos, un total de siete son motocicletas, y el resto automóviles. Y entre estos se cuentan doce anteriores a 1914, destacando por ejemplo el Darrac Open Tourer de 1902 del Museo Caramulo de Portugal, un Brusch Runabout de 1907, un Mercedes 12/50 PS, un De Dion Bouton Tipo BG, un Chenard Walker TT de 1907, dos Cadillac Thirty de 1908 y 1909, un Hupmobile de 1909, y el singular Hispano-Suiza 20/30 HP, uno de los más antiguos que se conservan de esta emblemática marca gracias a la la Fundación RACE. De la marca española se contabilizan cinco automóviles, algunos de ellos piezas únicas. También rodará un rarísimo España, del que sólo se conocen dos supervivientes, y el Salvador de 1916. De motocicletas destacar una Singer de 1910, una BSA con sidecar de 1914, una Douglas de 1914, una Sunbeam TT de 1916, una Harley Davidson con sidecar de 1922 y una Motosacoche de 1921.
Entre el resto de los automóviles se pueden destacar los populares Ford T de diferentes series, así a los simpáticos Citroën Tipo A, primer modelo de la marca, pasando por los Renault AX o un icónico Rolls Royce Silver Ghost. En resumen, una muestra casi única de vehículos que será posible contemplar en marcha, rodando por los preciosos parajes del sur de Soria, en la zona que rodea a Burgo de Osma.
Los responsables de la organización son conscientes de las limitaciones de algunos de estos vehículos, por lo que los recorridos se han escogido con sumo cuidado para no poner en dificultades a los participantes. Por otro lado, también se han dispuesto rutas alternativas, opcionales, para los más audaces o para los que concurren con vehículos más capaces y potentes. En cualquier caso la ubicación elegida, el Burgo de Osma, es el entorno ideal en el que celebrar este evento, tanto por las facilidades y el apoyo ofrecidos por las autoridades locales y regionales, como por su escaso tráfico rodado, además de su riqueza monumental y paisajística.
Los vehículos estarán expuestos al público el sábado por la tarde en la plaza Mayor de la localidad, donde se llevarán a cabo demostraciones de funcionamiento. Destacar por su colorido y singularidad el concurso de elegancia, que se celebrará el sábado 18 por la tarde, circulando los vehículos con sus pasajeros vestidos de época en un recorrido urbano por la Villa Episcopal que también pasará por el templo catedralicio.
Así, todo está preparado para la celebración de un evento especial, en el que podrán contemplarse piezas que en raras ocasiones salen de los museos y colecciones, poniendo así de relieve un rico patrimonio de automoción cuya conservación supone un esfuerzo con la única recompensa de su disfrute en ocasiones como esta.