Solo 206, un tercio de la plantilla, asistió a la asamblea donde se aprobaron las nuevas condiciones con el 57% de los votos. El ERTE, 90 días durante un año y aquellos que ya hayan gastado más de 180 días podrán cambiar de puesto o de sección para no parar.
Después de semanas de tensión en Fico Mirrors Soria la situación laboral quedó ayer zanjada laboralmente por la vía del ERTE. Tras barajarse un centenar de despidos como alternativa a prolongar el Expediente de Regulación de Empleo, los sindicatos pidieron a la empresa que fuera ella quien decidiese y esta apostó por el ERTE.
Un ERTE que en los últimos años se ha convertido en el pan de cada día en la planta soriana desde que comenzó la crisis en 2008. Ayer los trabajadores reunidos en la asamblea dieron el visto bueno a las condiciones planteadas, 90 días al año y pocas concesiones o mejoras aceptadas de entre las solicitadas por los sindicatos.
Leo Martínez, miembro del comité de empresa por CCOO, lamenta que “es un acuerdo muy pobre, pero no podemos cambiar la situación”. Reconoce que la compañía se ha comprometido a recolocar a los trabajadores y trabajadoras con más de 180 días. El ERTE se ha planteado por la falta de microchips, aunque también como consecuencia de la guerra de Ucrania que ha disparado los precios.
La medida supondrá mantener el actual status quo de los trabajadores de Fico con parones recurrentes, sobre todo los viernes, donde los empleados cobran del paro. Hay que recordar que Fico Mirros Soria es actualmente el empleador más grande de la provincia con 643 trabajadores, aunque llegó a tener 760. De los 643 actuales ayer solo asistieron el 32%. Hubo 117 votos a favor del ERTE, 83 en contra y 6 en blanco. En términos porcentuales, el 56,79% aceptó la propuesta empresarial, el 40,29% la rechazó y el 2,91% votó en blanco.