Como parte del programa 'Elige tu verano' del Ayuntamiento de Soria, gracias a la iniciativa del Palacio Real, los sorianos podrán disfrutar de forma gratuita de una de las óperas más célebres de la historia.
Hoy empieza la sexta edición de la Semana de la Ópera en el Teatro Real y las actividades con las que el mítico escenario madrileño pretende celebar estas jornadas, incluyen la retransmisión para toda España de la ópera 'Nabucco'. Soria, como parte del programa 'Elige tu verano' del Ayuntamiento, es una de las ciudades que ofrecerá de forma gratuita en el corazón de la ciudad esta ópera, una de las más icónicas de Verdi. Lo hará a través de una pantalla gigante a partir de las 21:00 horas en la Plaza Mayor instalando 500 asientos para su disfrute.
De esta forma, la obra se hace más accesible que nunca, algo más que adecuado teniendo en cuenta su temática. La ocasión se convierte así, además de en un regalo para los melómanos, en una gran excusa para que aquellos que nunca habían sentido interés en el género den sus primeros pasos para adentrarse en el apasionante mundo de la ópera.
A veces la ópera puede parecer algo ajeno o de difícil comprensión. Los libretos están escritos, principalmente, en alemán o italiano y su recitación dificulta la comprensión a aquellos que llegan a chapurrear el idioma. Sin embargo, la interpretación de los solistas, su convergencia con la parte orquestral y, en este caso, el poder que aportan los números corales, hacen que su comprensión trascienda las palabras y que el argumento se entienda a través de las emociones que transmiten los intérpretes.
La leyenda de Nabucco empieza fuera de los escenarios y termina igual. Su compositor, Giuseppe Verdi, acababa de perder a su mujer y sus dos hijos cuando llega a sus manos el libreto de 'Nabucco' de Temístocle Solera. Tras la tragedia familiar y el fracaso de su anterior obra, Verdi ya no quería componer más y cuentan que fue el propio empresario de La Scala, el famoso teatro milanés, el que le convenció para volver a llevar su arte a los escenarios.
El drama narra la historia de Nabucco, un rey asirio que tras años de paz con los israelitas decide invadir su territorio y expulsar a estos judíos. Pero el Sumo Sacerdote hebreo tiene un as bajo la manga: Fenena, hija del rey babilonio y enamorada de un judío, está en su poder. Empieza así una sucesión de amor, tragedia, revelaciones familiares y tensión que acaba formando un relato plenamente romántico que nada tiene que envidiar a los dramas modernos. Pero estrenada la obra, no acabó la historia.
La obra y, especialmente, el célebre 'Va pensiero' que muchos conocerán sin saberlo, puso música al deseo italiano de libertad durante la época del 'Risorgimento', el proceso de unificación del país. Durante esta etapa, la península estaba dividida en distintos Estados, algunos de los cuales pertenecían a dinastías extranjeras como los Borbones o los Habsburgo. Todo, en un momento en el que el arte había asumido el fuerte sentimiento nacionalista que experimentaba Europa durante el s.XIX. Esto hizo que el coro de judíos que plantaban cara a Nabucco se convirtieran en un símbolo de la liberación que tanto ansiaba el pueblo italiano, transformándo la ópera en un himno.
Aunque muchos conocerán ya el final, y otros tantos preferirán buscarlo antes de acudir, Nabucco no decepciona como uno de los grandes exponentes del drama romántico, con un impresionante clímax con el que todos los asistentes disfrutarán, pero que merece la pena reservar por si queda alguien que quiera -y pueda- sorprenderse con él.
Si alguien acude a la Plaza Mayor el viernes esperando ver esclavos judíos y realeza asiria puede acabar llevándose un chasco. Y es que la escenografía de esta producción, con dirección musical de Nicola Luisotti y escénica de Andreas Homoki, ha trasladado la historia al siglo XIX. Una interpretación que no resulta extraña teniendo en cuenta su grado de alineación y asimilación con los movimientos políticos del momento de su estreno. Por ello, este Nabucco representará, con una sobria puesta en escena, la lucha de clases entre los trabajadores que sustituirán a los judíos, y la aristocracia europea que reemplazará a la babilónica.
Todo retransmitido en directo desde el Teatro Real en alta calidad para las 1746 personas que acudan a la sala madrileña y los millones de españoles que, amantes de la ópera o no, quieran adentrarse en el mundo del maestro Verdi.