Mínguez quiere un parque “más abierto” con el Cuartel y la Muralla como referente en sus extremos. El Centro Cívico del Calaverón, en el actual cuartel, y la sede de la asociación de vecinos, en la actual casona de defensa, serán una realidad el próximo año.
El parque de Santa Clara, en el barrio del Calaverón, cambiará su estampa en sus partes norte y este en los próximos meses. Todo como consecuencia de la recuperación del cuartel, futuro centro cívico y cultural, y la casona de defensa, futura sede de la asociación de vecinos, para los sorianos. Entre las actuaciones previstas, el Ayuntamiento ya trabaja para acondicionar el parque de tal manera que permita potenciar la fachada del cuartel e incorporarlo al parque.
Para ello se eliminará la actual vaya que separa ambos recintos y se mejorará la accesibilidad del parque. Otra de las actuaciones planeadas es abrir “la parte de muro que no es muralla” para abrir el parque y que este cuente con la propia muralla y la iglesia de Santa Clara como referente en cada uno de sus extremos.
Además se pretende actuar en el trozo de la calle Bienvenido Calvo que actualmente no tiene tráfico y si una acera minúscula para crear un espacio de estancia que de también mayor amplitud al recuperado cuartel. Por último, es posible que la pista polideportiva, ahora frente al cuartel, cambie de ubicación.
Así lo ha asegurado hoy el alcalde de la capital que ha visitado las obras del cuartel de Santa Clara que encarrilan ya su recta final y podrían estar concluidas a finales de 2022 o comienzos de 2023. El viejo cuartel se convertirá en un nuevo espacio de ocio y cultura para el Calaverón gracias a una inversión de 2M€ financiados al 50% con fondos EDUSI.
Junto al antiguo cuartel se encuentra la actual sede del Ministerio de Defensa en la provincia. Toda vez que los responsables del ejercito muevan sus oficinas a los espacios cedidos en la Avenida Duques de Soria ese espacio será utilizado como sede la Asociación de Vecinos del Calavarón.
El arquitecto de la obra, Francisco Ceña, ha destacado que ya se han llevado a cabo las tareas más importantes. Estas tenían que ver con la estructura y la parte exterior del edificio. Ceña ha explicado que en la época en la que la iglesia se usó como cuartel se realizaron numerosas obras poco ortodoxas que han tenido que ser reconducidas. Ahora comienza un trabajo “artesanal”, en palabras de Mínguez, quien destaca que se está respetando la esencia primera de las instalaciones.
El trabajo ya es visible en la parte superior de las bóvedas y con la instalación de la climatización y los suministros. En el espacio más amplio, con 14 metros de altura se situará una sala multiusos con un escenario y la posibilidad de incluir hasta 160 localidades.