El consejero de Economía y Hacienda participa en una jornada sobre el PERTE de Salud Vanguardia -que prevé movilizar 1.469 millones para impulsar la I+D+i en el sector salud hasta 2023-, que supone una oportunidad para afianzar el sector en la Comunidad.
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha clausurado hoy en Salamanca la jornada ‘ PERTE Salud Vanguardia en Castilla y León’, en la que se han analizado las oportunidades ligadas al sector salud que tiene el plan para los centros de investigación y empresas de la Comunidad.
Fernández Carriedo ha destacado el apoyo al sector empresarial en el ámbito de salud que se desarrolla por parte de la Junta de Castilla y León a través de las líneas de subvenciones a la I+D. En este sentido, desde 2016 se han subvencionado 78 proyectos empresariales en diferentes campos relacionados con la salud, que han recibido una subvención de 15.487.765 euros y han supuesto una inversión de 38.058.303 euros en actividades de investigación por parte de las empresas.
Entre estas ayudas, el consejero ha destacado la convocatoria de I+D que la Comunidad lanzó en 2019 en el contexto de la pandemia para orientar proyectos empresariales que aportasen soluciones innovadoras a la crisis provocada por el COVID-19 relacionadas con equipos de protección, productos sanitarios, plataformas tecnológicas y productos farmacológicos, entre otros.
Asimismo, ha señalado que el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Salud de Vanguardia en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -que prevé movilizar 1.469 millones de euros para impulsar la I+D+i en el sector salud hasta 2023-, es una oportunidad estratégica para afianzar el posicionamiento diferencial de este sector en la Comunidad.
Así, como pone de manifiesto el PERTE de la Salud de Vanguardia, tanto la medicina personalizada como los nuevos medicamentos de terapia avanzada son una gran oportunidad para mejorar la salud de la población de Castilla y León y, a su vez, abren un campo para generar valor económico vinculado a la industria de la ciencia, la innovación y la digitalización.
El desarrollo de nuevas capacidades en el sector y la digitalización de las existentes, asegurará un tejido industrial competitivo y con autonomía para ofrecer soluciones a la sociedad y oportunidades a todos los agentes vinculados a la sanidad.
Fortalezas sanitarias de Castilla y León
En la jornada -organizada por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) de la Junta, en colaboración con ITCL Centro Tecnológico, AIR Institute y Centro Tecnológico CARTIF- se ha puesto de manifiesto el apoyo de la Administración Autonómica a los proyectos innovadores que contribuyan al fortalecimiento del tejido empresarial, tanto a través de líneas de ayuda, como impulsando el emprendimiento innovador, afianzando el talento en la Comunidad y facilitando la participación en proyectos colaborativos como Horizonte 2020 y Horizonte Europa.
Asimismo, tras la pandemia provocada por el COVID-19, en Castilla y León se refleja un aumento en el número de publicaciones científicas (en 2020, un 64,13% superior al de cinco años antes) y de ensayos clínicos (un 19,2% más en 2020). Por su parte, 6 de cada 10 empresas ha manifestado haber realizado un esfuerzo extraordinario en materia de I+D+i para adaptar sus productos o servicios a las demandas recibidas desde el ámbito asistencial.
Cabe destacar que Castilla y León tiene una amplia red vinculada al campo de la salud formada por Universidades y centros de investigación asociados; Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares; Centros tecnológicos con gran especialización biotecnológica, industrial y TIC; Clústeres en el ámbito de la salud; Parques Científicos y Tecnológicos; una Bioincubadora gestionada por ICE en colaboración con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas); y una importante presencia de empresas de gran prestigio en el campo de la salud, algunas de ellas líderes en su sector.
Por ello, el sector salud supone una oportunidad para desarrollar e incorporar tecnologías, recursos materiales y humanos desde los centros de I+D y empresas regionales.