La localidad pinariega y sus alrededores han recibido la visita de miles de amantes del rock y del motor, que también se han hecho notar en las localidades cercanas. Ante el riesgo elevado de incendios, la prevención en esta materia ha sido uno de las mayores preocupaciones de la organización y no ha habido que lamentar ningún incidente.
Tras 4 días de playa, motores y rock and roll Vinuesa dice adiós al Motorbeach Festival. Ahora que todo ha terminado, los organizadores pueden mostrarse satisfechos de haber cumplido sus previsiones y realizan un balance muy positivo del evento. "Estamos muy contentos con el resultado, hemos tenido incluso más gente de la que esperábamos", afirma Pau García, director del festival. Y es que aunque la media durante el resto de jornadas rondó las 3.000 personas diarias, el sábado llegaron a 4.000 entradas vendidas, por lo que calculan que este fin de semana se han dado cita en la comarca de Pinares entre 9.000 y 10.000 personas.
Dadas las altas temperaturas, la principal preocupación de la organización ha sido mantener el entorno libre de incendios. Para ello contaban, además de con más de 100 extintores, con la colaboración de bomberos, agentes de medio ambiente, Guardia Civil, guardas forestales, etc., cuerpos hacia los que se sienten más que agradecidos. Además, todas las actividades se han realizado en la propia playa, junto al agua. Esto, en palabras de García, "ha minimizado muchísimo el riesgo" y ha permitido que el programa se desarrollara con total seguridad.
García se siente orgulloso de la gran afluencia de visitantes que recibieron tanto Vinuesa como sus localidades cercanas gracias al Motorbeach. "Nos decían de pueblos de los alrededores que todo estaba lleno, que tenían los supermercados casi vacíos", afirma. Y lo mismo pasó, como era de esperar en un festival tan ligado a la velocidad, con los tanques de las gasolineras. La organización ya se encuentra recogiendo y limpiando para que mañana todo esté perfecto, aunque están seguros de que "hoy mismo ya sería un ejemplo cómo va a quedar el recinto".
Todo, para facilitar que la experiencia de los asistentes fuera ideal y pudieran disfrutar al máximo de este viaje a California sin salir de Pinares. "Los conciertos, el flat track, las actividades en la playa, las motos circulando cerca del agua... es lo que más ha disfrutado la gente", asegura García, consciente de que han dejado grandes estampas para el recuerdo.
Hoy llegan a su fin cuatro jornadas que han discurrido en un ambiente muy agradable, porque "así es el Motorbeach". El director del festival destaca la gran variedad de gustos y grupos de edad que atrae este evento intergeneracional y familiar. "Es la parte que más gusta y más sorprende a los asistentes, que se mezcle gente de los pueblos de alrededor con los moternos modernos, los niños y las familias. Ha sido un ambiente que disfrutó toda la comarca", afirma sin dudar.
La suma de todos estos factores ha motivado que los organizadores del Motorbeach piensen en Vinuesa como el destino ideal para repetir el año que viene. "Por nuestra parte repetiríamos y creo que tanto autoridades como vecinos están contentos con el resultado", declara Pau García. El responsable del evento espera que esta sea "la primera de muchas ediciones" en las que Vinuesa se convierta en la cuna del rock and roll, el beach lifestyle y el amor por el motor clásico.