Balones fuera

Es una absoluta vergüenza el papel que la Junta de Castilla y León viene desempeñando en materia de gestión forestal, prevención y lucha contra incendios en esta Comunidad. Es verdad que su modelo no nos sorprende ni en esta ni en otras materias, como por ejemplo la sanidad: el desmantelamiento de los servicios públicos para su posterior privatización en favor de amiguetes es alarmante por la degradación democrática que supone, pero, también y especialmente, por el impacto nefasto en la calidad de esos servicios para el ciudadano.

Todavía es más sangrante que, cuando se están quemando inmensas partes de nuestro territorio por culpa de su ineptitud, tengan la cara dura de buscar responsabilidades fuera. A Mañueco y Quiñones ya les da igual hacia donde apuntar con tal de evitar que la ciudadanía les identifique como los responsables últimos de la desgracia que está asolando nuestra Comunidad.

En el PP tienen los arrestos de hacer argumentarios con la frase “los incendios se apagan en invierno”, cuando el propio Consejero hace cuatro días decía que era un despilfarro tener activas las brigadas antes de verano, incluso cuando ya se habían producido varios incendios.

Luego llega la acusación a lo que ellos llaman “ecologismos radicales o urbanitas”, cuando es la propia Consejería la encargada de autorizar y, en muchos casos denegar, las podas o limpiezas de montes en los pueblos.

Como pasa casi siempre, también pegan la patada al balón hacía arriba, pidiendo una conferencia de presidentes y no sé que más al Gobierno de España, porque es un tema que afecta a todo el país. Efectivamente es un tema que afecta a todo el país, pero la competencia es autonómica y somos de las que menos dinero destinamos pese a incrementar año tras año la financiación por parte del Estado.

Con razón tienen que salir despavoridos de los pueblos que sufren esta desgracia. La gente no es imbécil, por mucho que lo piensen Mañueco y su Consejero. Apelemos a la suerte y que no nos toque.