Entre el 1 y el 7 de agosto, los adnamantinos podrán elegir entre 23 actividades distintas para celebrar una de sus festividades más esperadas. Entre los organizadores preocupa la continuidad de las fiestas el año que viene por la falta de voluntarios, que ya ha hecho desaparecer algunos eventos destacados.
Talleres y clases de distintos deportes, cine de verano, torneos, conciertos, hinchables, pasacalles, paellada, ocio nocturno, espectáculo de fuego. El programa de las fiestas de la Juventud en Almazán de este año mantendrá a los adnamantinos ocupados durante esta intensa semana. De lunes a domingo, la villa se llenará de actividades y ganas de disfrutar gracias a la asociación Parchís, en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad.
La actividad que más disfrutan los jóvenes adnamantinos, en palabras de Raúl Antón, presidente de la asociación Parchís, son los disfraces del sábado. Este año, como preludia la proyección de 'Cruella' en el cine de verano, la temática serán los "villanos de cine". Cada grupo volverá a personalizar su carro, como tanto llevan esperando y podrán volver a llenar Almazán de originalidad y mucho color.
La gymkana nocturna del martes es otro de los momentos más apreciados aunque es, también, uno de los que más preparación requieren. Este año, siguiendo la temática cinematográfica, los jóvenes adnamantinos tendrán que superar distintas pruebas y resolver preguntas por todo el pueblo, recorriéndolo para buscar todas las pistas necesarias.
Raúl Antón agradece la colaboración de los comercios de la localidad y el apoyo económico que estas empresas aportan para el mantenimiento de estas fiestas. Sin embargo, la campaña de socios no ha tenido tanto éxito y Antón espera que todavía se sigan animando. Cada taller tiene un coste de 10€ y hay que reservarlo por correo. La cuota de socios, que da acceso gratuito a todas las actividades, tiene ese mismo precio.
Estas fiestas en realidad empezaron en enero, cuando la asociación Parchís empezó ya a contratar actividades y espectáculos. Y aunque la llegada de la pandemia hizo que algunas cosas ya quedaran preparadas desde 2020, la subida de precios ha forzado su reajuste. Además, dada la complicada situación sanitaria que ha vivido el país durante estos dos años, la asociación Parchís decidió invertir parte de su presupuesto en donaciones a causas sociales, lo que ha ido reduciendo su remanente.
"Como hace varios años que no tenemos fiestas la gente tiene muchas ganas de volver", asegura Raúl Antón. Sin embargo, la experiencia en cuanto a organización no ha sido la esperada. Aunque prevén que Almazán se llene de gente y todos se vuelquen para aprovechar al máximo estos siete días, Antón reconoce que esas ganas no se han reflejado en el número de colaboradores. "Este año nos ha costado muchísimo organizarlas porque somos muy pocos y cada vez somos más mayores, trabajamos y cuesta más sacar tiempo. Necesitamos que la gente joven tire del carro y aporte ideas nuevas", lamenta el presidente de Parchís.
Cree que una de las razones que explican la falta de socios y voluntarios es que los jóvenes adnamantinos "no son conscientes de la preparación que lleva". "Estas fiestas son para los jóvenes, no para los mayores", recalca Antón "y es muy importante que sepan el trabajo que requieren y entre gente nueva porque si no, el año que viene, a este paso no va a haber fiestas".
La primera víctima de la falta de colaboradores han sido los juegos del agua y esperan que no haya que lamentar más pérdidas el año que viene. Todo este esfuerzo, con el objetivo de mantener vivas estas fiestas, en las que 23 actividades volverán a llenar de vida e ilusión las calles de Almazán.