El objetivo es fomentar los contratos de formación en alternancia y de los contratos formativos para la obtención de la práctica profesional.
La crisis provocada por la pandemia ocasionada por la COVID 19 ha elevado los niveles de desempleo y de precariedad laboral nuevamente a niveles muy altos, por lo que se hace necesario poner en marcha acciones, actuaciones y actividades con el objeto de incentivar la contratación, la creación de empleo o el mantenimiento de los puestos de trabajo, especialmente de aquellos colectivos que tienen mayores dificultades en el acceso o permanencia en el empleo.
Por ello, en estas bases reguladoras se incentivan los contratos de formación en alternancia (antiguos contratos para la formación y el aprendizaje) y los contratos formativos para la obtención de la práctica profesional (antiguos contratos en prácticas), dirigidos a la adquisición de una experiencia profesional acorde a los conocimientos teóricos y/o prácticos adquiridos por el trabajador o al nivel de estudios cursados, que mejore las posibilidades de acceso a un trabajo estable.
En la financiación de estas medidas se invertirán, en el año 2022, 300.000 euros, con los que se prevé incentivar la formalización de más de 80 contratos.