Las malas cosechas, las cambiantes condiciones climáticas y la subida de los precios de los insumos de producción podría hacer que, de cara al futuro, la provincia produjera más leguminosas y oleaginosas. Esta campaña la producción se ha reducido prácticamente a la mitad.
La cosecha de deste 2022 en Soria se encuentra entre las 3 peores de los últimos 15 años, casi la mitad que en temporadas anteriores. Los problemas que han condenado a los agricultores locales han sido, principalmente, las escasas lluvias, en un área que se dedica principalmente al secano, y las adelantadas olas de calor que no han dejado madurar al grano. “No habrían sido producciones exageradas pero al ponerles una estufa encima que las seca, la calidad del grano deja mucho que desear”, destaca Carmelo Gómez, Presidente de ASAJA Soria.
A las condiciones climáticas adversas se suma el aumento de los precios de los insumos, como los fertilizantes o el gasoil. Los seguros no son una solución, ya que no cubren toda la producción y tampoco contemplan el precio de mercado, sino uno más bajo. Tampoco ayuda la incertidumbre en cuanto a los precios del cereal. Carmelo Gómez considera que si baja la oferta, tal y como va a suceder, el precio debería subir, aunque nada es seguro y todavía están sujetos al desarrollo de la guerra de Ucrania.
“Esperemos que los precios vayan a la alza porque, si no, el año que viene se va a sembrar bastante menos cereal”. Además, añaden que dados los datos de este año y el precio de fertilizantes, la tendencia podría virar más hacia las leguminosas y el girasol, que requieren menos cantidades de este producto. Por ello, podría haber falta de cereal en el mercado interno, aunque fuera un buen año.
Esto agravaría la calidad de importador de cereal y oleaginosas del estado español. "Si no producimos tendremos que importar más”, denuncia Gómez. “Si seguimos así, vamos a tener que comernos lo que quieran vendernos y al precio que quieran hacerlo”. El presidente de ASAJA asegura no esperar la ayuda de las instituciones. “Vemos todos los días a los políticos hablar de que suben los precios, pero no hablan de lo que suben los productos que se usan para producir estos productos", reclama.
La mayor parte de los agricultores de la provincia, dada la subida de los precios de abono y gasoil, no podrán cubrir gastos esta campaña y podrían verse obligados a reconvertir su producción. A pesar de los cambios que se avecinan, aseguran estar acostumbrados a adaptarse a las imprevisibles condiciones climáticas. “El futuro lo planteo año a año; según hable el cura responde el sacristán”, concluye Gómez.
2.050 kg por hectárea en el caso del trigo, 2.290 kg, en el de la cebada, 1.300 kg en el del centeno, 1.100 kg en el de la avena y 1.500 kg en el del triticale. Esta es la radiografía de la cosecha de cereal en la provincia de Soria. La media del rendimiento de este cultivo en estas tierras ha sido de 2.070 kilos por hectárea, algo más de lo que auguraban las previsiones pero un número que sigue sin ser suficiente para alcanzar la rentabilidad económica necesaria para cubrir gastos. En el caso de Guisantes y Yeros, han producido 800 y 1000 kg respectivamente y las hectáreas del colza han generado 900 kilos. Aunque el girasol todavía se está desarrollando, se augura un año “bastante malo”. Todos estos datos son muy inferiores a los obtenidos en la cosecha pasada, que eran de prácticamente el doble.
Dentro de la provincia, la zona de Tierras Altas ha tenido más suerte por el tipo de tierra y su orografía, que le ha permitido recibir un mayor volumen de precipitaciones. El resto de zonas se han visto sujetas a la posición concreta de una nube, generando diferencias incluso dentro del mismo término municipal.