Más de quince mil botellas de vino de bodegas de la Denominación de Origen se degustaron en el festival musical durante los cinco días de festival.
Sonorama Ribera se confirma como el gran festival internacional del vino. La vigésimo quinta edición de este acontecimiento, que se ha celebrado desde el pasado miércoles y hasta el domingo en Aranda de Duero, ha vuelto a dejar claro que la Denominación de Origen Ribera del Duero es uno de los grandes cabezas de cartel, un distintivo propio que distingue a Sonorama Ribera de cualquier otro festival nacional. Más de quince mil botellas de vinos de bodegas de la DO se han disfrutado durante estos días, marcando un nuevo récord con respecto a anteriores ediciones.
Atrás quedan aquellos años en los que el vino tenía una presencia testimonial. Porque al alto consumo en los wine bar general y vip, donde se agotaron prácticamente las cerca de dos mil botellas de las cien referencias presentadas, entre tintos, rosados/claretes y blancos de Ribera del Duero, hay que sumar el impresionante consumo de tintos jóvenes y jóvenes roble en las barras generales, en forma del ya tradicional ‘Riberocho’, el calimocho con Ribera del Duero tan típico de Sonorama Ribera.
Y es que el ‘Riberocho’ ha sido, sin duda, la bebida estrella de esta edición del festival. La elegida para aplacar el sofocante calor que ha acompañado durante muchas jornadas. Un nuevo triunfo de Ribera del Duero, que vuelve a erigirse como la bebida reina de este evento estival, demostrando que no hay lugar ni escenario donde no tenga cabida una copa de vino de calidad. “Me siento orgulloso y muy satisfecho de ver cómo se cumplen los objetivos que marcamos cuando sellamos esta unión, hace ya quince años. Desde Sonorama Ribera siempre supimos que el vino debía tener una presencia natural, porque es nuestra seña de identidad, pertenece a nuestra forma de vida. Ver cómo público y artistas valoran la gran oferta, cómo se identifica como parte del cartel, nos hace sentirnos felices y saber que debemos continuar andando juntos”, indica Javier Ajenjo, director de Sonorama Ribera.
Las estrellas de la música citadas en este 25 Sonorama Ribera recibieron también una buena dosis de Espíritu Ribera. La Denominación de Origen entregó a los artistas ediciones especiales de sus vinos, vestidas con etiqueta conmemorativa de los 40 años de Ribera del Duero. C Tangana, Rozalén, Loquillo, Shinova, Ainoa Buitrago, Amaia, Emir Kusturika, Jordi Évole, Dorian… Todos se fueron de Aranda de Duero con un regalo especial, bien recibido y muy valorado. Una muestra más de que el vino de Ribera del Duero es siempre un sí rotundo y de la buena sintonía entre la DO y el mundo de la cultura al que tanto apoya.
Habrá que esperar a la edición de Sonorama Ribera 2023 para conocer nuevas sorpresas con Espíritu Ribera y sellar otros brindis, con otra banda sonora. Hasta entonces, Ribera del Duero sigue invitando a brindar y disfrutar en el marco de las celebraciones de su cuarenta aniversario, que este sábado se trasladan a Roa (Burgos) con un gran festival de Los Sonidos del Duero y música folk de distintos rincones.
Ribera del Duero: 40 años brindando con grandes vinos
Fue el 21 de julio de 1982 cuando, en la estación de Metro de El Retiro de Madrid, se firmó el primer reglamento de Ribera del Duero. Nacía así una Denominación de Origen que agrupaba entonces a una decena de bodegas y un centenar de viticultores. El compromiso de las gentes del lugar, viticultores y cooperativistas, junto con el apoyo de las instituciones locales y provinciales de la época, dieron impulso a un sueño que hoy es una realidad consolidada: una región única productora de grandes vinos aclamados en todo el ámbito internacional. Ribera del Duero ha sido desde su nacimiento pionera, valiente, vibrante, dinámica y emprendedora. Las bodegas impulsaron ya en la década de los 90 los revolucionarios vinos jóvenes roble, una opción aplaudida por el consumidor. scando nuevas formas de expresión, los profesionales de Ribera del Duero son expertos en el arte del envejecimiento, experimentando con los tiempos de crianza y creando vinos fuera de las categorías tradicionales, siendo hoy en día una de las regiones más creativas y diversas del mundo.
El catálogo de tintos, blancos y rosados de la Denominación de Origen ofrece la oportunidad de disfrutar de todo tipo de vinos, desde aquellos de tendencia más clásica hasta los de perfiles más innovadores, expresando todos ellos el carácter de un terruño único. Y es que los viticultores y enólogos son verdaderos maestros en buscar el potencial y las diferentes expresiones de las variedades principales de Ribera del Duero, la Albillo Mayor y la Tinta del País.
Ribera del Duero es una Denominación de Origen de referencia, pionera en su apuesta por la cultura, en su vinculación con el cine, la música y el arte. El Consejo Regulador ha sido precursor de acciones dirigidas al consumidor más joven, rompiendo barreras que parecían insalvables, y convirtiéndose en la primera DO patrocinadora de un festival de música (Sonorama Ribera), en la primera en introducir barras específicas de vinos de bodegas en eventos multitudinarios, iniciando un camino de éxito que ha derribado muros que parecían infranqueables para el mundo del vino. Ribera del Duero ha creado además un certamen literario referencial, el más prestigioso del mundo de cuantos se dedican al relato en español. El Premio Internacional Ribera del Duero está a punto de culminar su séptima edición, con la satisfacción de haberse convertido en trampolín para literatos de todo el mundo.
La unión del Consejo Regulador con festivales cinematográficos como Seminci, el Internacional de Cine Fantástico de Sitges, o los Premios Feroz, su apuesta por la conservación del patrimonio y la investigación, apoyando a Fundación Atapuerca y a la Universidad de Valladolid y el Yacimiento Arqueológico de Pintia, es un ejemplo del compromiso de Ribera del Duero con la historia, con la sociedad y con el futuro. El Consejo Regulador se implica también en todo lo relacionado con la protección y cuidado del medio ambiente, siendo las bodegas un modelo de sostenibilidad, con una viticultura responsable que minimiza el impacto ambiental, integrándose en el medio.
La Ribera del Duero es ejemplo de viticultura, enología y producción sostenible, de compromiso con la naturaleza, con los consumidores y con el legado de las generaciones venideras. En palabras del Master of Wine Tim Atkin, “Ribera del Duero es uno de los casos de éxito más destacados del mundo del vino. No todo es perfecto, pero debemos admitir que en sólo cuatro décadas ha logrado cosas impresionantes. Y lo mejor está por venir”.