Durante la última semana son diez las localidades que han tenido que recibir agua en cisterna ante la escasez o la baja calidad del líquido elemento.
"Los datos son cada día peores". Así de tajante y preocupado se muestra Benito Serrano, presidente de la Diputación Provincial, cuando se le pregunta por las cifras del reparto de agua a las distintas localidades sorianas.
En el verano más seco de los que se recuerdan, y con escasas o nulas previsiones de precipitaciones para el futuro a corto plazo, la preocupación respecto a la situación hídrica de la provincia comienza a percibirse en todos los ámbitos sociales, más aún entre aquellos que tienen la responsabilidad de que no falte el agua en ningún punto de Soria.
Durante la última semana (entre el 8 y el 15 de agosto) se han repartido 531.000 litros de agua en camiones cisterna, con una media de 4-5 salidas al día. Ascienden a 7 las localidades que han tenido que recibir suministro ante la escasez del líquido elemento. Son Ventosa de San Pedro, Golmayo, Calatañazor, Villarraso, Valduérteles, Candilichera y La Cuesta.
A ellas hay que añadir las 3 que requieren agua de fuera porque la suya es de baja calidad (La Alameda, Serón de Nágima y Valderrueda). "Al descender el nivel de los acuíferos aumenta la concentración de nitritos y esto hace que el agua no sea apta para el consumo humano", ha aclarado Benito Serrano.
Serrano no ha podido mostrarse optimista y ha expresado que la previsión apunta a que "durante los próximos días aumentarán de forma considerable las peticiones de agua". Por ello, casi cruza los dedos para que los días pasen rápido y "se reduzca con ello la población en los distintos núcleos de la provincia".