Esta mañana el Mozo del Ramo, acompañado por los gaiteros, ha pasado a recoger a las Móndidas, ataviadas con sus cestaños, que han repartido rosquillos y moscatel. Posteriormente, han celebrado la tradicional procesión con la que Sarnago ha recuperado una de las celebraciones más especiales de la provincia, cuyo origen es incierto. Algunos historiadores barajan que se trate de una celebración de la liberación de la localidad de los musulmanes, acabando con el tributo de 100 doncellas que servían de harén a los emires todos los años. La otra, podría provenir de las ofrendas y tributos de flores y frutos que los celtíberos hacían a sus dioses.