Ricardo Corredor, alcalde de la localidad, está más que satisfecho con este gran estandarte del relevo generacional en el pueblo. “El colegio empieza a ser un mundo dentro de nuestro mundo”.
En 2009 Ricardo Corredor, alcalde de Tardelcuende, recibió una llamada del entonces Director Provincial de Educación, Ángel de Miguel Casas, comunicándole que la escuela iba a cerrar. Esto se producía contra todo pronóstico, porque aunque por aquel entonces esta localidad soriana rondaba el mínimo de estudiantes para mantener abierta la escuela, contaban con la matrícula de una alumna que, finalmente, tuvo que ser matriculada en otro centro a pocos días de empezar las clases.
“Andábamos en plena despoblación, en 2008 había 8 o 9 niños pero ese año salieron de golpe por lo menos 6 o 7”. La crisis económica golpeó también el pueblo, que veía cómo, de repente, una de las grandes fuentes de vida de la localidad corría el riesgo de apagarse. Pero en solo una semana, consiguieron encontrar a dos familias que permitieron mantener la escuela abierta un curso más y el susto del cierre del colegio duró apenas una semana.
Ahora, esos números parecen más que olvidados, ya que este 2022 Tardelcuende planea empezar el curso con casi una treintena de escolares. “En los tres últimos años hemos pasado de 17 o 18 alumnos a cerca de 27 que son los que previsiblemente comenzarán este año”, asegura Corredor.
Para el alcalde, estas cifras se deben en gran parte a todo el trabajo de pueblo y Consistorio para desarrollar el sector de la resina en la localidad. Calcula que más de la mitad de alumnos son hijos de resineros. “Del resto, hay no menos de 4 o 6 escolares que hubieran estado en otro colegio de no habernos expandido tanto, haber conseguido comedor, horario continuo, etc.”, añade. Son varios los factores detrás de este crecimiento, asegura, pero la prosperidad atrae cada vez más crecimiento.
Pequeños y mayores, la escuela de Tardelcuende cuenta con escolares de todas las edades y alrededor de 4 docentes. “El colegio empieza a ser un mundo dentro de nuestro mundo”, en un gran triunfo para el Ayuntamiento. “Ya podemos hacer montones de cosas pero tener un colegio que pase de 3 alumnos a 27 y subiendo, con la reposición asegurada, es el éxito más grande”, asegura Corredor. Porque Tardelcuende ya ha asumido que si todo sigue así, aunque algunos alumnos tengan que irse o finalizar sus estudios, otros nuevos entrarán. "Habiendo niños pequeños, tienes cantera”.