Vuelven las fiestas al pueblo de Golmayo dos años después y la localidad recupera tradiciones únicas. Una de ellas es la Vestida del Ramo, que sirve para recordar cómo las mozas de entonces, casaderas en su gran mayoría, horneaban roscas para poder honrar a la Virgen y realizarle sus peticiones más sentidas. Actualmente no se hornean las roscas en casa pero la emoción es la misma al ser las balagueras más jóvenes las que se encargan de adornar el Ramo para que posteriormente sea Santa Bárbara quien bendiga los dulces y se puedan subastar después de la eucaristía en su honor.
Previamente a esta tradicional ceremonia, era oficiado el pregón de fiestas, en cuya introducción, el alcalde, Benito Serrano, daba la "buena noticia" a los presentes por haber superado el municipio la barrera de los 3.000 habitantes. Después, en boca de Carmelo Lucas, de la Agrupación de Protección Civil, daba lectura al discurso con el que se abren las fiestas, con especial recuerdo a quienes se ha llevado el COVID-19, sin olvidar a las víctimas que están sufriendo el conflicto de Ucrania.
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