El Burgo de Osma reunió ayer una amplia representación de vehículos agrícolas antiguos.
Ver vehículos antiguos siempre es un placer, pero si estos guardan una historia supone un aprendizaje impagable. Y los afortunados que ayer transitaban por la carretera de La Rasa, en el Burgo de Osma, pudieron llenar un poquito la mochila de los conocimientos con una concentración improvisada pero más que interesante.
Una veintena de tractores históricos hicieron parada en la localidad burgense en una ruta que les lleva por varias comunidades. Hasta Soria llegaron desde La Rioja para continuar su trayecto después de recuperar fuerzas.
Supone toda una alegría comprobar cómo sus motores continúan rugiendo a día de hoy, después de haber pasado a disfrutar la jubilación tras dar de comer durante décadas a cientos de personas con su sacrificado trabajo agrícola.