Volvieron los toros a Almazán para las fiestas de la Bajada de Jesús y el público cumplió, llenando algo más de dos tercios del tendido y con las peñas dando color a un festejo en el que los de Adolfo Martín respondieron a las expectativas. Astados de buena presentación, nobles y con juego tomaron parte en una tarde la de este sábado que seguramente será recordada por los aficionados de la villa.
Buena faena de Manuel Escribano a su primero, encastado, y que no dio facilidades. El maestro de Gerena no encontró la rúbrica con la espada y su enemigo se fue en el arrastre, sin la merecida oreja, por lo que el respetable silenció la faena. Excelente el torero al cuarto de la tarde, al que dominó y con temple desorejó, lo que le valió su salida a hombros del coso adnamantino.
Joselillo consiguió una oreja de mérito a su primero. El vallisoletano lograr domar la embestida sobre el pitón derecho de un complicado morlaco en una pelea que fue de menos a más, pero con mucha entrega por parte del matador. Cortó otra oreja al quinto para acompañar después por la puerta grande a Escribano.
Javier Cortés materializó una faena muy firme y torera con el primero de su lote. Tanto, que a pesar de los tres encuentros con la suprema, hubo petición de oreja casi unánime que el presidente acabó por conceder. Falló con el acero en el último de la tarde, al que recetó cuatro pinchazos que le apartaron de la puerta grande.
Sin duda una entretenida y completa tarde de toros que cumplió las expectativas de una buena afición, como siempre ha sido la adnamantina.
Crónica: Gustavo Gonzalo