“Entendemos que se ha producido un avance por parte del Gobierno al reconocer que la situación de los empleados públicos es insostenible y que resulta necesario incrementar su reconocimiento retributivo", manifiestan.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, considera que el compromiso del Gobierno de incrementar el reconocimiento retributivo de los empleados públicos un 9,5 por ciento en tres años se queda “muy a medio camino”, y exige que la subida sea de un 8,5 por ciento este año, con carácter retroactivo desde enero de 2022, y un 2,5 por ciento en enero de 2023, para paliar realmente la pérdida de poder adquisitivo acumulado desde hace años y poder hacer frente a la actual inflación que sufre toda la sociedad.
Tras conocer la intención del Gobierno en relación a la subida salarial de los empleados públicos para los próximos años, SATSE subraya que el incremento establecido sigue sin responder de manera satisfactoria a las necesidades de las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas que trabajan en la sanidad pública, los cuales vienen sufriendo, desde el recorte salarial del 5 por ciento impuesto en 2010 por el Gobierno estatal, una progresiva pérdida de poder adquisitivo que alcanza ya el 30 por ciento, mientras que su sueldo base es de unos 1.200-1.300 euros al mes de media.
Por ello, SATSE reclama que la subida salarial sea de un 8,5 por ciento este año, con carácter retroactivo desde enero de 2022, y un 2,5 por ciento en enero de 2023, un incremento “más necesario que nunca” dada la inflación “galopante” que sufre nuestro país y que el pasado mes de septiembre se situó en el 9 por ciento después de haber superado los dos dígitos en meses anteriores.
“Entendemos que se ha producido un avance por parte del Gobierno al reconocer que la situación de los empleados públicos es insostenible y que resulta necesario incrementar su reconocimiento retributivo, pero reiteramos que debe ser mayor después de años de recortes y sacrificios que han perjudicado mucho las economías familiares de cientos de miles de personas”, apuntan desde la organización sindical.
El Sindicato de Enfermería destaca, además, que el incremento total del 9,5 por ciento en tres años está sujeto a cláusulas de revisión vinculadas a la situación futura de la inflación y de nuestro Producto Interior Bruto (PIB), por lo que es posible que haya cambios que finalmente perjudiquen al bolsillo de los profesionales que trabajan en el sector sanitario público de nuestro país.
Ante esta realidad, y con el objetivo de reclamar la recuperación del poder adquisitivo perdido, SATSE, junto a otras ocho organizaciones sindicales profesionales, se concentrará el 6 de octubre frente al Ministerio de Trabajo, en Madrid, y las delegaciones del Gobierno en las diferentes comunidades autónomas, exigiendo también cambios en la reforma laboral para eliminar los aspectos más lesivos.
De otro lado, el Sindicato de Enfermería recuerda que el conjunto de partidos políticos se comprometieron en julio de 2020, en el seno de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de nuestro país en el Congreso de los Diputados, a “establecer instrumentos de gestión de recursos humanos y modelos retributivos suficientes que incentiven adecuadamente a los profesionales sanitarios y garanticen un nivel de vida digno”.
Transcurridos ya más de dos años, añade SATSE, “no se ha hecho nada”, por lo que se mantiene una injusta e inaceptable situación para unos profesionales que sufren jornadas de trabajo extenuantes, doblajes de turnos, ausencia de descansos, incluso en los días libres, contratos precarios y cambios permanentes de unidad y servicio en los hospitales, entre otras penosas e inaceptables condiciones laborales. “Exigimos al Gobierno un reconocimiento salarial a la altura del esfuerzo, profesionalidad y compromiso de los trabajadores públicos y, especialmente, de las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas”, concluye.