El río, a su paso por la ciudad en estas fechas, obsequia con colorido otoñal a los paseantes. Colores y reflejos se funden en un paisaje agradable, frecuentado por centenares de personas estos días. El cauce, callado y remansado, invita a la tranquilidad, con el sosiego acompañado por las buenas temperaturas, adentrado ya el otoño.